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El teatro Romea de Murcia abre sus puertas tras dos años de restauración

La reina Sofía asistirá a la sesión inaugural, a cargo del Ballet del Teatro Lírico Nacional

El teatro Romea de Murcia, propiedad del Ayuntamiento, acabado de construir en 1862, volverá esta noche a abrir sus puertas al público tras una rehabilitación que se ha prolongado durante dos años y que ha supuesto un coste de 290 millones de pesetas. La restauración del Romea está dentro del plan del Ministerio de Cultura y el de Obras Públicas junto con comunidades autónomas, ayuntamientos y diputaciones para restaurar 45 teatros españoles. Se inaugurará con una actuación del Ballet del Teatro Lírico Nacional y la presencia de la reina Sofía.

Con anterioridad a la restauración, dirigida por los arquitectos Andrés Oñoro, Enrique Ortega y Fernando Ortiz, el edificio ofrecía buenas posibilidades de utilización de los espacios dedicados estrictamente a ofrecer representaciones teatrales. Una gran parte del edificio estaba invadido por el conservatorio de música, que actualmente cuenta con edificio propio. Esos espacios ahora recuperados pueden ser utilizados para actividades complementarias.De los 290 millones que ha costado la restauración, 130 millones han sido aportados por el Ayuntamiento de Murcia y el resto por los ministerios de Cultura y de Obras Públicas, con la colaboración de la Comunidad Autónoma de Murcia y la Caja de Ahorros Provincial.

A partir de documentación gráfica sobre el estado exterior en 1880 y 1950, se ha procedido a eliminar la poco acertada remodelación de las fachadas laterales y la trasera que se practicó en 1957. La fachada principal mantiene su configuración anterior a las obras, que no era diferente de la original, si bien ha sido restaurada.

La anterior vivienda del conserje, anteriormente situada en la planta baja, se ha transformado en un ambigú, decorado al estilo de principios de siglo, y se han creado salas de estar para el público en la planta segunda. Es esta la que más intervenciones ha sufrido y contendrá la sala de ensayo, con un pequeño despacho, aseos, espejos y barra para baile en el lugar de unos antiguos camerinos. El aforo actual ha quedado en 1.154 plazas. "Antes tenía entre 300 y 400 más, que correspondían a general y no se ocupaban nunca", señala Alfonso Riera, director del teatro.

Al margen de que algunas soluciones ofrecidas con la restauración han sido criticadas desde un punto de vista arquitectónico, hay algunos fallos por lo que se refiere al uso. "La ampliación del foso", dice Riera, "no se ha acometido y es algo que se habrá de acometer. Ahora caben entre 30 y 35 músicos, cuando habría de tener capacidad al menos para 50. Además, el escenario mantiene el desnivel original, que ya no se utiliza en los teatros modernos y es algo que se debería haber corregido. Hay otros pequeños inconvenientes que se subsanarán en breve".

"El plan de rehabilitación", indica José Manuel Garrido, director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), incluye 45 teatros, de los que ya hay nueve rehabilitados, 24 en fase de rehabilitación y 12 más previstos. Se trata de una inversión global importante que supera los 6.000 millones de pesetas, de los que algo más de 2.000 millones serán sufragados por las administraciones públicas locales y regionales y el resto por la central".

"Lo más importante de esto", añade Garrido, "por un lado, es la recuperación de los teatros para el uso que fueron construidos, ya que algunos eran utilizados para otros menesteres. Ello está posibilitando una red de contenedores para el espectáculo teatral que afincará la práctica del teatro y, al tiempo, ofrecerá un circuito para las compañías y la seguridad de los puestos de trabajo en éstas, que se verán así favorecidas. Cuando esta red esté en funcionamiento", añade Garrido, "la infraestructura teatral en España habrá cambiado radicalmente y cambiará la política teatral".

El teatro Romea de Murcia acabó de construirse en 1862 de acuerdo con un proyecto elaborado por los arquitectos Carlos Mancha y Diego Manuel Molina. A la gala de inauguración oficial, el 26 de octubre de ese año, asistió la reina Isabel II y los infantes por lo que inicialmente recibió el nombre de teatro de Los Infantes. Posteriormente cambió ese nombre por el de teatro de la Soberanía Nacional y en 1892 tomó el nombre del actor murciano Julián Romea.

El teatro Romea sufrió un incendio en 1877 y otro en 1899. La reconstrucción corrió a cargo en ambas ocasiones del arquitecto Justo Millán.

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