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Altos funcionarios nicaragüenses acompañaran a Obando a su cita con los jefes de la 'contra'

Antonio Caño

El Gobierno de Nicaragua ha nombrado una comisión de alto nivel para que viaje en los próximos días con el cardenal Miguel Obando y Bravo a fin de participar en el diálogo con la contra con vistas a la concertación de un cese el fuego, según ha anunciado el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, en conversación con un grupo de periodistas españoles. La propuesta de un diálogo a tres bandas con el cardenal como intermediario, todavía formalmente indirecto pero sobre un mismo escenario físico, fue decidida el sábado por el presidente después de una conversación telefónica con su homólogo costarricense, Óscar Arias.

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Daniel Ortega informó también que ha dejado en manos del cardenal la elección del lugar en el que deben celebrarse estas negociaciones, con la condición de que no sea ni Centroamérica, como pide la contra, ni Estados Unidos, como sugieren los sandinistas.Ortega manifestó que Obando maneja, por el momento, las posibilidades de Panamá, la República Dominicana y Venezuela. Probablemente el lugar y la fecha del inicio de las conversaciones será anunciado hoy o mañana después de una reunión que el cardenal tiene prevista con la Conferencia Episcopal nicaragüense.

La delegación del Gobierno sandinista estará presidida por el mayor Ricardo Wheelock, jefe del servicio de espionaje del Ejército, hermano del comandante de la revolución Jaime Wheelock y una figura de gran relieve dentro del esquema de poder del sandinismo.

Ortega explicó que Wheelock participó durante 1983 y 1984 en el proceso negociador de Contadora, pero su nombramiento no deja de ser interpretado como un intento de darle al diálogo un carácter puramente militar y no político.

Daniel Ortega no precisó la forma exacta en que se producirán las negociaciones, pero dijo que el nombramiento de esta delegación está destinado a que "el cardenal pueda tener la posibilidad de comunicarse con la contra e inmediatamente después comunicarse con la representación del Gobierno de Nicaragua".

"Confiar en el cardenal"

Esta fórmula, la más próxima a un diálogo directo, parece que ha sido ya aceptada por Óscar Arias y sólo está pendiente de la aprobación por parte de la contra. Ortega consideró que "si el Gobierno de Nicaragua está dando este paso, confiando en el cardenal, la contra tendrá que confiar también en el cardenal'.En unas declaraciones anteriores, Obando había comentado que consideraba que una de sus atribuciones como mediador debía ser la de fijar el lugar en el que se celebrasen las conversaciones. La fecha anteriormente prevista era la de mañana, martes, pero parece que las nuevas condiciones obligarán a un retraso de algunos días.

Uno de los primeros acuerdos a los que habrá que llegar en estas conversaciones, según el presidente nicaragüense, será la designación de equipos de apoyo, "porque el cardenal no podrá trabajar solo". Daniel Ortega afirmó que el único límite para esta negociación es "que no afecte a la seguridad nacional, aunque también explicó que no pueden ser abordados temas políticos y que no se aceptará la concesión a la contra de ninguna porción del territorio nicaragüense como zonas liberadas.

El líder sandinista dijo que para hablar de territorios ocupados por la contra "habría que hablar de Honduras o de Estados Unidos o de campamentos en Costa Rica, pero no de Nicaragua". "Yo puedo ir a cualquier punto del país en cualquier momento; basta con llevar un poco más de tropas y, si había contra ahí, desaparecen del lugar", añadió.

Acogerse a la amnistía

A principios del presente mes, el propio Daniel Ortega hizo pública en Washington una propuesta de negociación que consistía en un alto el fuego de un mes, a partir del próximo 5 de diciembre, tras el cual la contra debería desarmarse. Esta misma semana, la resistencia nicaragüense- entregó a Obando una contrapropuesta, cuyo contenido no ha sido revelado aún.El presidente afirmó que todos los puntos de su oferta -"que se hizo pensando como contra"- son negociables, con la única limitación de "no darle a la contra un territorio que no ha logrado en el combate". Ortega precisó, sin embargo, que "para que la contra pueda hablar de cuestiones políticas, y esto está bien claro en el documento de Esquipulas, primero tiene que pasar por el proceso de cese el fuego, desarme y amnistía".

"Después, con todas las garantías del caso, con la presión internacional de la comisión de verificación como garante, con la comisión nacional de reconciliación como garante, con el intermediario como garante, la contra podrá participar en la vida política del país y sumarse inmediatamente al diálogo nacional, bien diluyéndose entre los 15 partidos políticos que hay en Nicaragua, o bien creando uno nuevo", explicó el presidente.

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