Las subvenciones otorgadas al cine no se verán afectadas por la anulación de la orden ministerial
El director general del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), Fernando Méndez Leite, dijo ayer que la nulidad de la orden ministerial de 1984 -decretada por el Tribunal Supremo y conocida el pasado miércoles-, que regulaba las subvenciones al cine, no tendrá ninguna consecuencia sobre los actos realizados mientras estuvo vigente. Méndez Leite manifestó también que en un breve plazo se sustituirá esta orden por una nueva que ya está en elaboración, y que no habrá ningún vacío normativo.
La inquietud despertada entre los profesionales del cine por las consecuencias que pudiera tener la anulación de la orden ministerial que ha venido regulando el funcionamiento de las subvenciones a películas españolas fue despejada ayer por el director general del ICAA, quien manifestó que no habrá ningún vacío normativo entre la anulación de esta orden y la presentación de la que la reemplazará.La sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo estuvo motivada por un recurso presentado por la Asociación Española de Productores Cinematográficos (AEPC), que también agrupa a algunos productores e importadores de películas. La AEPC recurrió por considerar que la Administración no había consultado a determinadas agrupaciones afectadas por la normativa recurrida. En 1983 la directora de Cinematografía era Pilar Miró. El recurso no planteaba. ningún aspecto concreto vinculado a la concesión de subvenciones.
"La sentencia declara la nulidad de la orden por defecto de forma. Porque la orden se hizo sin consultar, sin oír, a las asociaciones profesionales. La estimación de ese recurso implica que la orden se deroga, no que no haya existido, y no afecta a ninguno de los actos firmes dictados con anterioridad. Todas las subvenciones concedidas o denegadas, todos los actos administrativos de calificación de películas, son plenamente válidos, no hay que devolver dinero de subvenciones, no hay que rectificar los actos realizados, no se pueden modificar. No altera para nada todas las decisiones que se han adoptado en el ICAA", afirmó ayer Javier Matía, secretario general técnico del Ministerio de Cultura.
"La obligatoriedad legal de la audiencia a las asociaciones representativas constituye una cuestión fuertemente debatida, en la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo, que mantiene posiciones diferentes en sus distintas resoluciones -añadió- En razón a ello, el servicio jurídico del Estado ha interpuesto un recurso de revisión contra la sentencia citada, con la finalidad de que el Tribunal Supremo decida definitivamente cuál es su actitud ante este caso para que la Administración sepa si la consulta es o no obligatoria".
"En cualquier caso, la sentencia no entra para nada en el fondo ni en la filosofía de la política cinematográfica actual, que está regida básicamente a partir del decreto de l983", aclaró Méndez Leite.
"La orden es simplemente un complemento técnico, de procedimiento. Pero la sentencia no entra ni siquiera en esas cuestiones, lo único que manifiesta es que en su momento no fue consultada la asociación recurrente. Por tanto, la situación no varía en nada. El ministerio tiene que cumplir la sentencia, aunque va a interponer un recurso de revisión. Pero hasta que el Tribunal Supremo comunique la sentencia por medio de testimonio y forma, nosotros podemos seguir funcionando con la orden anulada. Lo que vamos a hacer es una orden nueva que desarrolle la anterior y que será sometida a consulta por todas las agrupaciones profesionales vinculadas, de forma que en ningún momento se produzca un vacío normativo".
Subvencionados
El Fondo de Protección a la Cinematografía incrementó en 500 millones su presupuesto para 1988, con lo que se sitúa en 2.500 millones de pesetas.En el reparto de 1987 la película cuyo productor recibió mayor subvención anticipada fue El Dorado, de Carlos Saura, con 100 millones de pesetas. Al productor de Moros y cristianos, de Luis García Berlanga, recibió 90 millones; los de Remando al viento, de Gonzalo Suárez, y La Rusa, de Mario Camus, recibieron cada una 80 millones de pesetas; Peraustrinia 2004, filme de dibujos animados de Ángel García, percibirá 75 millones.
Babelia
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