EE UU atribuye al KGB la información que relaciona el SIDA con la guerra bacteriológica
Expertos norteamericanos en asuntos soviéticos aseguran que Moscú está desplegando una eficaz campaña de propaganda negra para responsabilizar a Estados Unidos de la difusión del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El origen exacto de esta enfermedad mortal, que per el momento no tiene cura, sigue siendo un misterio para los científicos. En los últimos meses, medios de comunicación de todo el mundo han recogido una información que atribuye el origen de la enfermedad a un error en un experimento de guerra bacteriológica realizado por el Ministerio de Defensa de Estados Unidos en Fort Detrick, Maryland.
La historia, que, según Washington, ha sido fabricada por el KGB, servicio de espionaje soviético, atribuye la difusión de la enfermedad a un error en una operación de ingeniería genética realizado por los militares norteamericanos."Si el nivel de difusión de una noticia es un índice de éxito, esta campaña ha sido realmente buena", afirma Herbert Romerstein, un experto de la Agencia de Información de Estados Unidos (USIA), en desinformación o propaganda negra de la Unión Soviética. Los expertos denominan propaganda negra a las mentiras o medias verdades plantadas por los servicios de propaganda de un país para desacreditar a otro.
La acusación sobre el origen militar del SIDA ha aparecido recientemente en la revista miliar soviética, fue recogida por la gencia oricial Tass, el pasado 30 de marzo, y fue difundida por medios de comunicación de paíes tan dispares como Japón, Ghana, Jordania, Marruecos, Finlandia y Estados Unidos.
Fort Detrick es un centro médico oficial del Gobierno nortemericano. Los expertos del Instuto Nacional de la Salud, principal organismo oficial en temas sanitarios del Gobierno nortemericano, han asegurado que no existe la más mínima prueba de que el virus haya sido fabricado en un laboratorio. Incluso, Viktor Zhadnov, experto soviético en el tema del SIDA, no ha concedido ningún crédito a esa teoría y calcula que el virus pudo surgir hace 200 o más años. Algunos científicos consideran que virus se desarrolló en monos africanos y pasó a los humanos.
La primera información sobre el asunto apareció en 1985 en la publicación soviética Literaturnaya Gazeta, según un informe del Departamento de Estado. La información tuvo escasa difusión hasta que en el pasado mes de septiembre, durante la cumbre de países no alineados celebrada en Zimbabue, se distribuyó a los delegados un informe atribuido a científicos franceses.
"En Fort Detrick es habitual realizar pruebas con voluntarios sobre agentes patógenos", afirmaba el informe. "La difusión de la enfermedad partió de Nueva York, ciudad próxima a Fort Detrick", agregaba el informe.
Fraude
El Gobierno de Estados Unidos, que denunció el documento como un fraude, señaló que Nueva York se encuentra a 400 kilómetros de Fort Detrick. Baltimore y Washington se encuentran mucho más cerca, y se han registrado muchos menos casos de SIDA en estas dos ciudades que en Nueva York.El Departamento de Estado aseguró que los autores del informe, atribuido a Jacob Segal, su esposa Lilli y Ronald Dehmlow, no había sido escrito por cíentíficos franceses, sino por propagandistas de la República Democrática Alemana. La historia apareció en el diario Harare Sunday Mail y en otros medios.
A Finales del año pasado el periódico británico London Sunday Express publicó un amplio informe en su primera página, que recogía la afirmación de Jakob Segal de que la enfermedad había sido durante un experimento de ingeniería genética en un laboratorio de Fort Detrick.
Con su campaña de propaganda negra, según las autoridades norteamericanas, la Unión Soviética persigue el objetivo de desacreditar a Washington ante los países del Tercer Mundo y dificultar las negociaciones para la renovación de la presencia militar norteamericana en el extranjero relacionando la difusión de la enfermedad con la presencia de bases norteamericanos.
Algunos analistas norteamericanos consideran tan increíble la acusación soviética que aseguran que tendrá poco impacto. Roy Godson, especialista en temas soviéticos de la universidad de Georgetown, piensa de otra forma.
"El éxito inicial de los soviéticos de relacionar a Estados Unidos con el SIDA indica lo contrario", señala. "Dados los objetivos soviéticos y el creciente miedo a la enfermedad, no es probable que Moscú desista pronto en su campaña", añadió.
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