Sanidad incrementará la seguridad del personal sanitario que atienda a enfermos del SIDA

El Ministerio de Sanidad está preparando una circular, de obligado cumplimiento en todos los hospitales de la red pública, que recoge las normas de protección y seguridad necesarias para el personal sanitario que atiende a los enfermos afectados por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Según José Simón, director general del Insalud, se ha comprobado que no todos los hospitales tienen en vigor las normas necesarias para evitar el contagio del SIDA por instrumentos médicos.

El Ministerio de Sanidad distribuyó en junio de 1985 una serie de recomendaciones para prevención del SIDA entre el personal sanitario, pero en las reuniones mantenidas para la elaboración del plan nacional contra el SIDA "se ha visto", dice José Simón, "que no todos los hospitales tienen unas medidas de seguridad para el manejo de los enfermos del SIDA"."Los grandes hospitales" -añade Simón- "saben manejar bien a estos pacientes, pero para alojarlos adecuadamente puede que sea necesario modificar la estructura arquitectónica de algunas plantas".

Actualmente, la Dirección General de Planificación Sanitaria está preparando una circular, destinada a los centros hospitalarios, que recoge las normas de seguridad mínimas que hay que adoptar con el instrumental médico y productos que están en contacto con los enfermos del SIDA. Además, el Ministerio de Sanidad va a realizar un estudio para controlar las posibles transmisiones de la enfermedad por instrumentos médicos. Una de las medidas recomendadas internacionalmente es que los afectados por el SIDA que se encuentran en la fase en que la enfermedad se manifiesta con diarrea continua sean instalados en habitaciones individuales con baño contiguo.

Recientemente, 19 anestesistas del servicio de cirugía torácica del hospital Ramón y Cajal, dirigido por el doctor Ascorve Domingo, denunciaron que los enfermos del SIDA compartían las mismos medios materiales y personales que otros pacientes, y comunicaron al gerente del hospital, Luis Fernández Coronado, que si no se les dotaba de medios de protección no prestarían asistencia en cirugía programada a enfermos del SIDA.

Tanto el servicio de medicina preventiva como la comisión para el SIDA de ese hospital han elaborado una serie de normas precautorias para la atención a enfermos del SIDA, pero el problema consiste, según los anestesistas, en que no se les dota de los medios necesarios para cumplirlas.

Para José Simón, "todo anestesista debe tener un informe del paciente que van a intervenir; si no se les comunica que es un afectado de SIDA, no sólo se plantea un problema de inexistencia de precauciones, sino de calidad en la asistencia recibida por ese enfermo".

Para el doctor Ascorve Domingo, "el problema de la atención a los pacientes con SIDA se está suscitando en todos los hospitales". Pero para el gerente del hospital Ramón y Cajal, Luis Fernández Coronado, no hay razones que justifiquen la actitud de los anestesistas, ya que, según las estadísticas conocidas, el riesgo de coger SIDA por un pinchazo es de uno por 1.000". Esta opinión es compartida por el Comité Ciudadano Anti-SIDA.

En un estudio realizado en EE EE, sólo dos personas de una muestra de 760 que atendían a enfermos del SIDA presentaban signos de infección.