Detenciones de travestidos en Brasil para someterlos a la prueba del SIDA
Efectivos de la Policía Militar brasileña efectuaron el pasado sábado por la noche en Sao Paulo una redada, denominada operación Tarántula, que se saldó con oleadas de detenciones de travestidos paulistas para obligarlos a someterse a exámenes de sangre para detectar si eran portadores del virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Casi al mismo tiempo, los travestidos de Río de Janeiro participaron en el desfile que inauguraba el carnaval. El Gobierno de Marruecos, por su parte, ha reconocido la existencia de seis casos de SIDA y ha iniciado una campaña de sensibilización ciudadana.
Mientras los homosexuales y travestidos cariocas se divertían, sus colegas de Sao Paulo eran perseguidos por efectivos de la Policía Militar, que realizaron una redada para llevar los al Instituto de Medicina Legal y someterlos a exámenes de sangre para determinar si eran portadores del virus del SIDA, como una medida preventiva para combatir la enfermedad.La acción, realizada en el marco de la campaña nacional de prevención contra el SIDA, fue denominada Operación Tarántula, y en su primera ofensiva se saldó con la detención de 56 homosexuales.
A lo largo del carnaval, la operación seguirá realizándose en las calles de Sao Paulo, donde se ha registrado el 80% de los casos de SIDA en Brasil (1.250 diagnosticados oficialmente) y podrá extenderse a otras ciudades, según determinen las autoridades.
Las autoridades brasileñas de sanidad manifestaron su preocupación antes del carnaval por la rápida propagación del SIDA, una enfermedad que amenaza con convertirse en epidemia en Brasil, donde, según la Organización Mundial de la Salud, existen más de 120.000 portadores del virus, y han distribuido folletos informativos y millones de preservativos en este país de 130 millones de habitantes.
La campaña del Gobierno está apoyada por un gran despliegue publicitario, con mensajes sobre cómo prevenir la transmisión del SIDA y la conveniencia de utilizar preservativos, reducir contactos sexuales que puedan ser peligrosos y utilizar agujas desechables.
Las autoridades brasileñas decidieron advertir a los turistas que llegan para participar en los carnavales del peligro de contraer la enfermedad. En el aereopuerto internacional de Río de Janeiro se repartieron unos folletos a todos los recién llegados instándoles a que eviten los contactos sexuales o hagan uso de preservativos.
Según las agencias de viajes, al menos 500.000 turistas se encuentran en Río de Janeiro participando de las fiestas, entre ellos, una gran proporción de homosexuales que tradicionalmente acuden a los carnavales.
Seis casos en Marruecos
Por otra parte, las autoridades marroquíes han iniciado una campaña de sensibilización ciudadana ante los riesgos del SIDA, informa Fernando Orgambides, para lo que se ha diseñado un programa nacional de prevención y tratamiento desde el que se pretende concienciar a la población de que el silencio es más mortal que el virus. Marruecos asegura que se ha dramatizado en el exterior que este país magrebí y, en general, el continente de África no son germen del virus, y centra oficialmente en seis casos los hasta ahora detectados por la sanidad pública.
El Gobierno de Rabat ha elaborado un plan, que se regulará a través de un recién creado Comité Nacional de la Lucha Contra el SIDA, que consiste en la exclusión de la donación de sangre de personas con alto riesgo (prostitución de ambos sexos, homosexuales y drogadictos), un mayor control de las transfusiones sanguíneas, el refuerzo de la regulación de la importación de sangres y derivados para los hospitales, y la puesta en marcha de un sistema de acogida y hospitalización, al que se han destinado 30 camas.
Según portavoces autorizados, de una muestra ciudadana a 10.000 donantes (el país tiene 21 millones de habitantes, de los cuales 16 con edades inferiores a los 39 años) prevalece el 0,1% de portadores sanos. La información oficial asegura que se han detectado tan sólo dos casos de SIDA declarados, uno fallecido, y cuatro de transmisores sanos.
Los dos casos declarados corresponden, siempre según esta información oficial, a una persona ya fallecida que lo adquirió tras una intervención quirúrgica en el exterior y a un homosexual toxicómano que antes de regresar a Marruecos residió durante 17 años en el extranjero.
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