Arturo Cruz reconoce que la Casa Blanca le pagó 7.000 dólares mensuales

El dirigente de la contra Arturo Cruz ha confirmado que un alto funcionario de la Casa Blanca le pagó un salario de 7.000 dólares mensuales (unas 900.000 pesetas) durante un período aproximado de 10 meses, en 1986, según informó ayer el diario The Washington Post. Esta revelación coincide con una grave división en el seno de la Unidad Nicaragüense Opositora (UNO), cuyos dirigentes trataban ayer de ponerse de acuerdo en San José para celebrar una reunión en la que se acepte la dimisión de Adolfo Calero, que renunció a su cargo a principios de esta semana.

Arturo Cruz ha declarado en una entrevista, en relación con el sueldo que recibía de Estados Unidos: "Tenía que hacerlo para mantener mi mente lo más clara posible a fin de continuar involucrado en la lucha".La Administración norteamericana se había negado hasta ahora a confirmar las versiones sobre el sueldo percibido por Cruz, que fue divulgado el pasado viernes por el diario Los Angeles Times. Este periódico dijo que la entrega del dinero fue arreglada por el teniente coronel Oliver North, figura clave del escándalo del Irangate.

La fuentes consultadas por el diario afirman que North pagó a Cruz con los fondos obtenidos por la venta de armas a Irán. Un portavoz del Departamento de Estado, Phillys Oakley, no quiso comentar el tema "porque es un asunto que sigue bajo investigación".

Arturo Cruz declaró que había aceptado el dinero para sostener a su familia, y aseguró: "Nadie va a influir en mis ideas fundamentales sobre mi país". El dirigente de la contra dijo que había sido él mismo quien reveló los pagos a los agentes del FBI que investigan el paradero de los fondos procedentes de las ventas de armas a Irán.

El presidente de la Cámara de Representantes, Jim Wright, declaró que lamentaba la manera en que estas revelaciones "comprometían la credibilidad pública" del dirigente antisandinista, "a quien siempre he creído de una considerable integridad personal", dijo.

Partidarios de Arturo Cruz expresaron al diario su creencia de que los pagos al líder de UNO fue filtrada a los medios de comunicación para perjudicar sus intentos de reformar la contra.

Este iba a ser precisamente el tema de una asamblea extraordinaria de UNO convocada para ayer en San José, adonde ayer llegaron Cruz y Alfonso Robelo, otro de los dirigentes de UNO para intentar hacer frente a la crisis que amenaza a la contra.

Arturo Cruz, que pretende hacerse con el control efectivo de las organizaciones integradas en UNO, quiere que tras la dimisión de Adolfo Calero se proceda a la renovación de la directiva de UNO, en la que el grupo de Calero, la Fuerza Democrática Nicaragüense, tiene mayoría de miembros. La FDN pide que se mantenga la dirección actual, elegida el mes pasado, mientras que Cruz y Robelo entienden que si ésta no es reformada, Calero seguirá siendo de hecho el hombre fuerte.

La reunión de ayer en San José concluyó dos horas después de haber comenzado sin que los participantes en ella llegasen a un acuerdo sobre el sucesor de Adolfo Calero.