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Kuwait, el país más amenazado por la guerra

JAVIER VALENZUELA Kuwait, el próspero emirato anfitrión a partir del próximo lunes de la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica, es el país del mundo más directamente amenazado en su supervivencia por la guerra del Golfo.

. Las batallas se desarrollan a pocos kilómetros de sus fronteras; Irak tiene viejas pretensiones territoriales sobre el emirato y el Irán revolucionario alienta el derrocamiento de la dinastía gobernante para sustituirla por una república islámica.

Apenas había conseguido Kuwait su plena independencia de la tutela británica, en 1961, cuando Irak reclamó la soberanía total sobre el país. Tropas británicas, primero, y de la Liga Árabe, después, tuvieron que proteger el recién nacido Estado. Bagdad terminó aceptando la independencia kuwaití, pero en 1973 volvió a la carga. Esta vez sus tropas ocuparon algunas posiciones fronterizas como apoyo a una reclamación sobre la isla de Bubiyan.

Es éste un conflicto sumergido desde el comienzo de la guerra del Golfo. No obstante, el emirato apoya a Irak frente al nuevo desafío que procede la revolución iraní. Bajo la dirección de la familia sunita Al Sabah, Kuwait es el país más liberal de la península arábiga.

Gracias a las rentas del petróleo, es también el número, uno mundial en servicios sociales prestados a sus ciudadanos.

Cuenta con un millón y medio de habitantes, de los que el 60% es extranjero. Una importante minoría es la palestina, 300.000 personas; otra, la de confesión shií, 450.000.

Ahora el emirato se enfrenta a una doble amenaza por parte de los radicales islámicos. Grupos extranjeros proiraníes, como Yihad Islámica, lo han convertido en blanco de diversos atentados. Pero aún es más serio el ascenso de los integristas locales.

En las dos últimas elecciones a la Asamblea Nacional, tanto los integristas sunitas como los shiíes obtuvieron un número significativo de escaños. En la universidad de Kuwait mandan ellos. Son chicos que llevan barba y visten el tradicional dishdash, y chicas veladas, que propusieron y obtuvieron la segregación de sexos en la cafetería y en numerosas aulas.

Kuwait ha sido objeto de varios ataques militares iraníes. En septiembre de 1981 sus instalaciones petroleras en Umm Al Aish fueron bombardeadas. En los últimos meses sus barcos son objetivos favoritos de la aviación de Teherán. Irán se ha negado a acudir a la cumbre islámica como un gesto de rechazo al país anfitrión.

Kuwait es un desierto con pocos oasis y mucho petróleo. Desde 1756 está gobernado por la familia Al Sabah. Su clase dirigente la forman familias sunitas que ya eran ricas en aquella época por el comercio. Los Al Sabah. han pretendido que su Estado sea el más democrático de la zona. Es el único con Parlamento elegido, aunque los electores tengan que ser kuwaitíes de origen, varones y cultos; o sea, el 6,5% de la población.

Las amenazas que sufre el país llevaron a los Al Sabah a disolver la Asamblea Nacional el pasado julio, y en las últimas semanas, a tomar medidas restrictivas contra la Prensa. Esta última institución, muy influenciada por los palestinos, ha producido algunos de los diarios mejor informados del mundo árabe, como Al Qabas.

La política kuwaití es un ejemplo de equilibrio dificil. Mantiene antiguos lazos con Occidente. Sin embargo, Estados Unidos es objeto ahora de un creciente resentimiento, por la negativa de su Congreso a venderles armas modernas. Kuwait ha encontrado un proveedor en la URS S, con la que mantiene buenas relaciones.

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