La Generalitat considera difícil establecer responsabilidades por la intoxicación de los ancianos

El director general de Salud Pública del Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat de Cataluña, Pere Mercader, declaró ayer a este diario que será muy difícil llegar a establecer responsabilidades por la intoxicación alimenticia por salmonella que ha provocado la muerte de 12 ancianos de dos residencias geriátricas de Cataluña. El director general precisó que el agente que ha causado la intoxicación, una salmonella enteriditis, es de muy difícil control y su expansión no depende necesariamente de que el producto alimenticio que la contiene esté en mal estado.

Un total de 26 ancianos continuaban ayer ingresados, 24 de ellos en la residencia Germans Trias, y dos más en la clínica del Carmen, ambas en Badalona. De ellos, 2 se encuentran en estado muy grave, 14 en estado grave y 7 en estado menos grave. El hecho de que la última anciana fallecida muriese después de que los médicos hubiesen decidido incluso darla de alta al remitir los efectos de la intoxicación, hace pensar a las autoridades sanitarias que podrían producirse otras muertes por el agravamiento de las patologías que ya padecían estos enfermos.La intoxicación por salmonella, la más frecuente de todas las alimentarias, puede propagarse a través de medios muy diversos. El más habitual es el constituido por los alimentos de origen animal, incluso cuando están en buenas condiciones de conservación. El hecho de que la salmonella no provoque patología apreciable en los animales que la transmiten hace que normalmente pase desapercibida a través de los distintos controles veterinarios y sanitarios establecidos en la cadena de comercialización alimentaria.

Las investigaciones efectuadas hasta ahora por la Dirección General de Salud Pública concluyen que el vehículo de transmisión fue la carne picada ingerida por los ancianos, frita con verduras, el domingo día 7 por la noche. La carne ingerida no ha podido ser analizada porque la Generalitat no tuvo conocimiento de la intoxicación hasta última hora del martes, momento en que no quedaban ya muestras que pudieran ser analizadas, ni en las residencias, ni en las carnicerías suministradoras.

El director general sostiene que la gravedad de este caso no deriva tanto de la virulencia del agente causante como de las condiciones de salud de los afectados. Afirma que lo que hubiera sido probablemente en una población normal un cuadro de vómitos y diarreas, se ha traducido en este caso en efectos mucho más graves debido a las patologías concordantes que padecían los enfermos afectados por la salmonella. Según Mercader, se trata aparentemente de una intoxicación accidental agravada por concurrir en una población extremadamente debilitada.

Las investigaciones sobre las condiciones en que se propagó la salmonella se han centrado hasta ahora en analizar partidas de carne que han recorrido el mismo trayecto que la supuestamente causante de la intoxicación y, muy particularmente, en el análisis de aquellos manipuladores de alimentos que han intervenido en este caso.