Recuerdo de Falla en el 40ª aniversario de su muerte
El compositor gaditano Manuel de Falla, fallecido hace 40 años en la localidad argentina de Alta Gracia, recibió el martes un homenaje de algunos de sus familiares y amigos. El recuerdo del autor de obras como El amor brujo o El sombrero de tres picos se celebró en la sede madrileña de la Sociedad General de Autores de España y contó con la participación de Rafael Alberti, Isabel García Lorca, Isabel Luzuriaga y Federico Sopeña.
El poeta Rafael Alberti habló del que fuera su amigo y al que pudo tratar más, profundamente en su exilio argentino que en España. Alberti recordó su encuentro con el compositor en Alta Gracia, donde hicieron un concierto para poesía, laúd y piano.Isabel García Lorca habló de la amistad que tanto ella come su hermano Federico mantuvieron con el compositoren Granada, antes de su salida de España. Isabel recordó aspectos personales del compositor tales como una brutal alergia al polvo que impedía que el servicio trabajara normalmente o su costumbre de tomar seis uvas en ayunas antes de emitir cualquier palabra.
Isabel Luzuriaga es sobrina lejana del compositor, aunque, según contó con gran emoción, tanto su relación como la de su madre fue muy estrecha con Manuel y María del Carmen de Falla. Isabel Luzuriaga explicó a los asistentes al acto que durante los dos veranos completos que pasó con el compositor y su hermana pudo ver en Falla un auténtico ejemplo humano de autenticidad, austeridad y generosidad. "Era un hombre capaz de defender sus ideas hasta el final aunque eso le costara el tener que vivir de unaforma mucho más humilde de lo que podría haberlo hecho".
Federico Sopeña abundó también en esta idea de austeridad y firmeza recordando que era un hombre que comía y salía poco y que no ponía reparos en gastar horas y horas en corregir las obras de los compositores que se las entregaban para que les diera su opinión. Sopeña habló también de la religiosidad firme de Falla. "Su gran convencimiento religioso no le impedía ser enormemente tolerante y dialogante, cualidades ambas que cada vez se aprecian menos entre nosotros".
