Chile

He leído la relación escalofriante que hace Ariel Dorfman de la muerte de Rodrigo Rojas en Santiago, pero lo que más me impresiona es el hecho de que las afirmaciones vertidas en ese artículo desmienten las aseveraciones del, presidente Augusto Pinochet: él había dicho, en un pueblo cerca de Santiago, que el muchacho transportaba explosivos y que se había quemado solito. El presidente, como es teniente general del Ejército chileno, tiene que tener una cierta familiaridad con armas y explosivos; por ello no me atrevería a poner en duda sus afirmaciones. Claro, que ahora que leo el artículo de Dorfman me doy cuenta de que la situación es diferente.¿Qué pasa? ¿El presidente del noble pueblo chileno ha mentido? No creo que sea posible que un gobernante mienta.

Desearía que el agregado de prensa de la Embajada chilena o, ¿por qué no el mismo embajador de Pinochet en Madrid?, pusieran las cosas en claro en el caso de que Ariel Dorfman hubiera distorsionado los hechos. Una aclaración de una de estas dos personas disiparía las dudas, ya que esta confusión turba las conciencias de todos aquellos que habíamos creído en las declaraciones del presidente Pinochet-