El Gobierno, incómodo ante los equívocos suscitados por el viaje secreto de Walters a Madrid

El secreto en torno a la visita a España de¡ embajador de Estados Unidos en la ONU, Vernon Walters, enviado especial a Europa de Ronald Reagan para la crisis de Libia, "ha terminado creando al Gobierno español una situación políticamente incómoda", afirmó ayer tarde a este periódico una fuente gubernamental. Según esta fuente, el Gobierno español deci dió mantener en secreto la visita de Walters porque así se había decidido en un primer momento, a petición de EE UU. Luego, cuando se vio que el paso de Walters por las demás capitales europeas no era secreto, el Gobierno español decidió dar a conocer el lunes el encuentro que Vernon Walters y Felipe González habían celebrado el pasado sábado en la Moncloa.

La visita de Vernon Walters se realizó de modo tan discreto que ni siquiera los líderes de la oposición fueron informados de la reunión que el embajador norteamericano mantuvo con Felipe González. El propio González hubo de admitirlo así ayer en la conferencia de prensa convocada conjuntamente con el primer ministro danés, Poul SchIüter. El ministro de Asuntos Exteriores Francisco Fernández Ordóñez también admitió, por su lado, no haber estado presente en la citada entrevista secreta, pese a encontrarse en aquellos momentos en Madrid.Las fuentes gubernamentales españolas consultadas por EL PAIS manifestaron ayer que la visita de Walters a Madrid se conocía desde hace más de una semana. Ayer, en su conferencia de Prensa, Felipe González admitió que, aunque, en principio, estaba previsto que la llegada de Walters tuviese lugar el lunes, ésta se adelantó, a última hora, a la tarde del sábado, aparentemente por problemas de calendario del diplomático estadounidense,.

A petición de la parte norteamericana, de acuerdo con las mismas fuentes, no se informó a la opinión pública española de la realización de esta visita, aunque los contactos del enviado especial del presidente estadounidense Ronald Reagan a otras capitales europeas sí fueron conocidos previamente por la Prensa, que contó con suficientes facilidades por parte de los servicios de información de los países respectivos.

González justificó ayer en su conferencia de Prensa la extremada discreción con la que se produjo esta visita en el hecho de que "en ocasiones, así es más eficaz". "Era una entrevista planteada en términos discretos, y discretamente la mantuvimos, sin afán de secretismo", dijo el presidente del Gobierno español.

González reconoció también que la oposición no había sido informada de la visita de Walters ni antes ni después de haberse producido ésta. Todas las medidas que el Gobierno adoptó ante la crisis libio-norteamericana, fueron tomadas "con la facilidad que da el tener un Gobierno homogéneo que puede trabajar sin hacer convocatorias públicas", dijo el presidente del Gobierno más adelante.

Según González, su encuentro con el embajador norteamericano en la ONU se produjo ante "dos o tres" miembros de los respectivos gabinetes, entre los que no se encontraba el titular de Asuntos Exteriores español, Francisco Fernández Ordóñez.

Los dirigentes de la oposición se enteraron del encuentro del sábado en la Moncloa -"una merienda", según un embajador español en una capital europea- mayoritariamente a través de la Prensa, en la noche del lunes o incluso, como el presidente del PDP, Oscar Alzaga, a través de los periódicos matutinos de ayer martes.

El primero en tener conocimiento del encuentro González-Walters fue el portavoz de la Minoría Catalana, Miquel Roca, a primera hora de la mañana del lunes, si bien el político catalán, que ese mismo día se entrevistó con el Rey, rehusó informar de los medios por los que logró enterarse.

Todos los partidos políticos de oposición, con excepción del PCE, que ayer presentó una pregunta parlamentaria sobre el tema, mantuvieron una. singular cautela en relación al silencio mostrado por el Gobierno, en espera de las explicacioneg que dé hoy ante la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados el jefe de la diplomacia española, Francisco Fernández Ordóñez.