Catálogo de cambios

Las principales reformas acordadas ayer por los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE son las siguientes:

Mercado interior. con el objetivo de crear un espacio sin fronteras, o un verdadero mercado interior para 1992 (fecha sin valor jurídico) se pasa de la unanimidad a la mayoría para las decisiones referentes a la aproximación de la legislaciones "que tengan por objeto el establecimiento del mercado interior", es decir, las normas técnicas; la modificación del arancel exterior común; el acceso a las profesiones, salvo que vengan reguladas por ley, como en el caso de la RFA; la liberalización de los servicios y de los movimientos de capitales respecto a países terceros y de la política de control de cambios, así como la liberalización de los transportes aéreos y marítimos, aunque esta última decisión tendrá un alcance muy limitado. Se mantiene la regla de la unanimidad para una amplia serie de temas, entre ellos la libre circulación de las personas, que no de los trabajadores, o la armonización de las fiscalidades indirectas. Y persisten restricciones como las de. Irlanda y el Reino Unido en el tema fitosanitario, la de la RFA y sus normas de calidad más altas, o la de las compañías de seguros extranjeras en Irlanda.

Cooperación monetaria: se legaliza lo que ya existe -el Sistema Monetario Europeo -y el ECU (Unidad de Cuenta Europea)- sin cambio alguno, pero sin excluir nuevos desarrollos.

Cohesión: la CEE se fija el objetivo de "procurar reducir las diferencias entre las diversas regiones y el retraso de las menos favorecidas". Para ello, se utilizarán los fondos estructurales de la Comunidad pero, en una declaración aneja, sí se indica que los medios financieros serán incrementados, aunque con los límites de las posibilidades presupuestarias de la CEE.

Parlamento Europeo: la Cámara de Estrasburgo podrá dar su parecer en más casos, por medio de un "procedimiento de cooperación" con el Consejo de Ministros de la CEE, que guarda siempre la última palabra. El carripo de cooperación cubrirá todos los aspectos del mercado interior en los que las decisiones se tomen por mayoría en el Consejo -salvo los transportes- y los nuevos campos de acción de la CEE, como el medio ambiente y,la, política de investigación y tecnología.

El Parlamento será consultado, en cada caso, dos veces en vez de una, y podrá presentar enmiendas que, de todos modos, irán directamente al Consejoaunque la Con-úsión las rechace (esto es una novedad respecto a lo acordado en Luxemburgo). El Consejo podrá adoptar por mayoría las nuevas propuestas de la Comisión, y por unanin-údad las enmiendas del Parlamento o lo que el propio Consejo decida. Si no hay decisión en segunda lectura y en un plazo de tres meses, puede haber otra prórroga de un mes más. Y si al final el Consejo no decide, se vuelve al punto de partida, y se reanuda todo el procedimiento de decisión. El Parlamento tendrá además derecho de veto sobre las nuevas ampliaciones de la CEE y acuerdos de ésta con países terceros.

Comisión Europea: Se aumentan sus poderes de gestión y ejecución.

Política de investigación y tecnología: los programas plurianuales detallados y los fondos correspondientes serán adoptados por unanimidad. Su puesta en marcha se decidirá por mayoría.

Medio Ambiente: el Consejo decidirá por unanimidad qué es lo que podrá establecer luego por mayona.

Política Social: las normas mínimas se decidirán por mayoría, pero el Reino Unido insistió en que prevalezca la unanimidad.

Tribunal de Justicia: se crea una sala de primera instancia para solucionar los temas menos importantes y descargar así las labores de los jueces principales.

Cooperación política 'extranjera': se legaliza e instítucionaliza la que ya existe, para intentar definir una política extranjera (Londres no aceptó la expresión política exterior, que va más lejos), con la creación de un pequeño secretariado permanente. Se incluyen en los debates los aspectos políticos y económicos de la seguridad, pero no los militares, ya que se considera que para ellos existen la OTAN y la UEO.