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PUNTO FINAL A UNA OBRA EN VARIOS IDIOMAS

Silencioso adiós al lingüista Antonio Tovar

El pésame del mundo de la cultura quebró su deseo de ser enterrado en la intimidad

El catedrático y filólogo Antonio Tovar falleció a la 1.30 de ayer, a la edad de 74 años, en el hospital Clínico de Madrid. El lingüísta y académico de la Lengua había sido intervenido quirúrgicamente de un tumor hace tres semanas. Numerosas personalidades del mundo de la cultura acudieron ayer al velatorio de la clínica y luego al cementerio de la Almudena, donde fueron depositados los restos del lingüista, que serán incinerados el próximo martes, según sus deseos. La suya fue una vida dedicada a las lenguas, que concluyó con un adiós en el que no se pronunció una sola palabra. El cuerpo de Antonio Tovar, cubierto de rosas rojas, reposaba ayer por la tarde en el hospital Clínico de Madrid. Tovar había manifestado a su familia el deseo de un entierro en la máxima intimidad.

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Los deudos se esforzaron por hacerlo así, pero a medida que fue avanzando la tarde se acercaron a darle el último saludo numerosos amigos, colegas y figuras oficiales. Entre los abrazos de condolencia a la viuda, Consuelo Larrucea, se escuchaban sinceros lamentos por la desaparición de este incansable investigador de la lengua. "Lo que más admiré en él era su modestia, su sencillez, su humildad", afirmó Ramón Serrano Súñer. "Aparte de su labor profesional, Tovar valoró la amistad por encima de todas las coyunturas políticas y sociales. Fue un gran amigo", concluyó.Acudieron a la clínica Pedro Laín Entralgo, director de la Real Academia Española y amigo personal de Tovar; el ministro de Cultura, Javier Solana, y el ministro de Educación, José María Maravall.

El académico Fernando Lázaro Carreter resumió su sentimiento por la pérdida de Tovar como "el fin de 40 años de vidas paralelas".

Entusiasmo por el trabajo

"Fue desde todo punto de vista una persona excepcional", afirmó. "Puedo decir que no habrá en España otro lingüista con la curiosidad y persistencia de Antonio Tovar. Fue además un gran profesor, capaz de tomar un tren de madrugada para llegar a dar clase a sus alumnos. El entusiasmo que tenía por su trabajo era tan contagioso, que llegó a formar escuela, de la que han salido nuestros actuales filólogos clásicos. Pero era además incansable; no sólo tuvo conocimiento de las lenguas clásicas, sino de infinidad de lenguas y dialectos. Su interés por la lengua llegaba mucho más lejos de los muros de universidades y bibliotecas y de un concepto estático de ella". Como crítico de la literatura contemporánea, Tovar contribuyó durante much os años al análisis de la evolución de la literatura actual" dijo Lázaro Carreter.

Con paso lento y dubitativo, el poeta y académico Dámaso Alon so se acercó también a dar su pésame a la viuda y los cinco hijos de Antonio Tovar. Alonso Zamora Vicente, secretario de la Real Academia, y los académicos-José Luis López Aranguren y Julián Marías asistieron también al velatorio.

La familia y un centenar de personas acompañaron los restos del lingüista al cementerio de la Almudena, en donde no se celebró ninguna ceremonia religiosa ni se pronunciaron palabras de despedida. El cuerpo permanecerá allí hasta el próximo martes, cuando será incinerado y sus cenizas depositadas en el mismo cementerio.

Antonio Tovar había sido internado en el hospital Clínico hace tres semanas para una intervención quirúrgica a causa de un tumor. Su estado empeoró en los últimos días, hasta la madrugada de ayer, cuando sufrió un derrame cerebral que le causó la muerte.

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