Reacciones de descontento popular y de satisfacción matizada por el fallo

Las primeras reacciones al conocerse anoche las sentencias contra los triunviros argentinos oscilaban entre una matizada crítica por lo que se considera actitud clemente por parte de los jueces y una aceptación del fallo, del que lo más importante, abundan las opiniones, es que se haya producido.Emilio Mignone, significado defensor en Argentina del respeto a los derechos humanos, cuya hija se halla entre los millares de desaparecidos durante la dictadura, dijo: "La decisión del tribunal no satisface las expectativas de una sociedad democrática ni tampoco se ajusta muy claramente a las pruebas presentadas". Con todo, Mignone subrayó que lo que importaba más era que el tribunal hubiera ordenado al Consejo Militar Superior que investigara la posible implicación de oficiales de rango menor en los delitos de la dictadura. Ello significa que no habrá, al parecer, el punto final en las investigaciones que una parte de la opinión deseaba con respecto al pasado, sino que seguiría adelante el proceso contra los responsables militares de ocho años de represión.

Paralelamente, el senador Antonio Berhongaray, del partido gobernante, Unión Cívica Radical, y el diputado opositor, Eduardo Menem, del partido peronista, coincidieron en mostrarse satisfechos por la sentencia subrayando que mostraba cómo "habían funcionado los mecanismos de la justicia en Argentina".

Por su parte, el fiscal general Eduardo Molinas, tras expresar su satisfacción por el fallo, resaltó que "uno de los elementos fundamentales de la decisión es que se clausuran todas las versiones sobre el punto final, por cuanto el tribunal ordenó la continuidad de las actuaciones en relación a otros militares involucrados"

A los pocos minutos de conocido el fallo, unas dos mil personas se habían congregado en el centro de Buenos Aires, en torno al obelisco en la confluencia de las avenidas Corrientes y Nueve de Julio, para reclamar "juicio y castigo a los culpables".

Los manifestantes interrumpieron el tránsito a la hora de mayor circulación en la ciudad para expresar su descontento por la sentencia. La protesta se produjo pacíficamente sin que mediara la intervención de la policía.