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Colombia insiste en la conexión del M-19 con el narcotráfico

El ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, Augusto Ramírez Ocampo, declaró ayer en Luxemburgo que "está clarísima" la conexión de los jefes del narcotráfico con el asalto al Palacio de Justicia de Bogotá. por un comando del grupo guerrillero Movimiento Diecinueve de Abril (M-19).Augusto Ramírez, que participó en, Luxemburgo en la reunión de ministros centroamericanos y del Grupo de Contadora con los de la Comunidad Económica Europea, destacó el hecho de que entre las condiciones puestas por los asaltantes se encontrase la de anular el tratado de extradición a EE UU, "que afecta a los narcotraficantes".

"El asalto se produjo justo en el momento en que un magistrado presentaba su ponencia sobre el tratado de extradición y se iniciaba el debate sobre ese tratado", dijo. "Además, se da la circunstancia de que los primeros magistrados en caer fueron los cuatro integrantes de la Sala Constitucional de Justicia (Tribunal Constitucional), que era la encargada directamente de estudiar el tratado de extradición", manifestó el ministro colombiano a un grupo de periodistas.

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Los grupos guerrilleros de Colombia, y particularmente el M-19, se han opuesto tradicionalmente a la concesión de extradiciones a Estados Unidos de ciudadanos colombianos, por entender que ello constituye una política antipatriótica. La mayoría de los capos colombianos del tráfico de narcóticos, cocaína esencialmente, están reclamados por la justicia norteamericana por el envío de drogas a Estados Unidos y otros delitos cometidos en ese país. Uno de ellos, Jorge Luis Ochoa, miembro de una de las familias históricas de la mafia colombiana, se encuentra actualmente preso en una cárcel española.

Augusto Ramírez Ocampo dijo que la decisión de liberar a los rehenes por la fuerza "se tomó dolorosamente, porque no quedaba otra alternativa".

"Era difícil evitar la matanza porque los asaltantes habían empezado a las 5.30 de la tarde a cumplir su amenaza de matar a los rehenes", dijo. "El suceso ha sido horrible, pero las instituciones han quedado a salvo", afirmó el canciller, que informó de que en la operación se rescataron 260 rehenes y murieron 85 personas, entre ellos todos los asaltantes, "unos 40".

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