Washington y Moscú llevan sus divergencias a la reunión de la Internacional Socialista

HERMANN TERSTCH ENVIADO ESPECIAL, La Unión Soviética y Estados Unidos protagonizaron ayer un duro enfrentamiento retórico sobre la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) en la última jornada de la conferencia de desarme de la Internacional Socialista, que se celebró en Viena. Las esperanzas de la organización de dos socialistas de que los representantes de las dos superpotencias -invitados a la reunión como observadores- expusieran nuevos signos de acercamiento mutuo quedaron frustradas.

Ayer pronunciaron discursos el secretario del Comité Central del PCUS (partido comunista soviético), Boris Ponomariov, y el norteamericano Kermeth Adelman, director de la Oficina de Control de Armamento y Desarme de Estados Unidos. Tras sus intervenciones, el primer ministro finlandés, Kalevi Sors, reconoció que "no hay acercamiento" y que las superpotencias "siguen en sus posturas tácticas".Ponomarioy hizo un balance de las nuevas ofertas presentadas por Gorbachov en su reciente visita a París y las comparó con las medidas de "expansión armamentista" que proyecta la OTAN hasta 1988 El miembro del Politburó describió las propuestas presentadas desde el acceso al liderazgo soviético del nuevo secretario general como "una serie de pasos de cardinal importancia para el desarme".

Sin embargo, señaló que el Gobierno norteamericano continúa ignorando estas propuestas y mantiene su programa para el de sarrollo de un sistema de armamento espacial, la SDI o guerra de las galaxias, "cuyo objetivo real es evitar una represalia soviética a un primer golpe nuclear" de Estados Unidos. Según Ponomariov, las armas espaciales creadas en el marco de la SDI podrían ser utili zadas para una agresión en combinación con los sistemas nucleares ya existentes, destruyendo el armamento estratégico que la URSS mantiene para sostener la credibilidad del contragolpe disuasorio.

Ponomariov manifestó que la URSS no intenta dividir a la Alianza AtlánticI. Sín, embargo advirtió que Moscú observa con preocupación cómo "el capital europeo ejerce presiones sobre los Gobiernos para lograr una partici pación en el programa nortearnericano", presiones, que también se dan en Japón, dijo.

En su discurso, el secretario del Comité Central del PQUS puso el énfasis en las cuestiones en que la postura oficial de la URSS coincide con la expuesta por la Internacionál Socialista durante los dos días de debate sobre desarme. Apoyó expresamente las resoluciones de la IS para la creación de una zona libre de armamento químico en Europa central y la desnuclearización del océano Pacífico, aprobada por la organización de partidos socialistas con la abstención de los representantes del PS francés.

El director de la Oficina de Control de Armamento y Desarme de Estados Unidos, Kenneth Adelman, basó todo su discurso en la denuncia de lo que considera "intentos soviéticos por confundir a la opinión pública occidental", especialmente en el debate sobre la SDI.

Adelman advirtió que la seguridad sólo puede garantizarse con la fuerza, "que disuade, mientras la debilidad provoca". Acusé a la URSS de violar numerosos acuerdos armamentístas, como el ABM de 1972, el SALT-II y el protocolo de Ginebra de 1925. La campaña de la URSS para evitar la puesta en marcha de la SDI es, según Adelman, un intento por mantener su monopolio en este terreno. "En 'los últimos años", dijo, "la URSS ha invertido tanto en la defensa estratégica como en su capacidad ofensiva. Ellos tienen el único sistema ABM en torno a Moscú y el único sistema antisatélites operativo que existe en el mundo".

Las propuestas de Mijail Gorbachov expuestas en París son, según Adelaman, en gran parte antiguas, y rechazadas en su día. por EE UU y sus aliados, cuya segundad correría gran riesgo si fueran aceptadas. Pese a "aparentes elementos positivos" las propuestas son", dijo, "injustas y desiguales".