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Reagan, en Europa

Un estudio estratégico armna que la "guerra de las galaxias' amnenta el riesgo de conflicto

La Inciativa de Defensa Estratégica elaborada por la Administración estadounidense, conocida como la guerra de las galaxias, aumentará los obstáculos para el logro de un acuerdo sobre control de armas e incrementará el peligro de un conflicto nuclear, según el estudio anual del Instituto Internacional para Investigaciones Estratégicas que acaba de hacerse público. Dicho documento afirma que las superpotencias están perdiendo su capacidad de controlar los conflictos regionales como los que actualmente se desarrollan en el Golfo o Centroamérica.Según este organismo privado con sede en Londres, la puesta en marcha de la guerra de las galaxias incrementará el riesgo de guerra, ya que "las defensas pueden invitar a un ataque preventivo en lugar de uno masivo efectuado con sistemas ofensivos".

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El estudio afirma que si EE UU lograra anular el peligro de los misiles balísticos, la URSS se verá obligada a desarrollar otro tipo de cabezas nucleares, como son los misiles de crucero y bombarderos, que serán más dificiles de contabilizar en un eventual tratado de control de armamento.

El estudio recuerda que el desarrollo de dicho proyecto obligará a EE UU a retirarse del pacto que prohibe la realización de pruebas como las que deberá efectuar para verificar el funcionamiento de este sistema defensivo, lo que podría dificultar las relaciones de EE UU con sus aliados de la OTAN.

El instituto afirma también que tanto los esfuerzos desarrollados recientemente por la URSS como por EE UU para apoyar a sus aliados o impedir el suministro de armas de países amigos no tuvieron apenas resultado. "Ningún Estado apoyado por una superpotencia en su lucha contra una oposición armada logró eliminar a su enemigo ni se consiguió dejar sin armas a ningún grupo combatiente para obligarlo así a un arreglo pacífico del conflicto en cuestión".

Organizaciones regionales

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El documento considera que este hecho ha dado como resultado el de unos reducidos avances en la solución de conflictos regionales, pero ha impulsado lo que considera es un positivo protagonismo de organizaciones regionales como la de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático, el Grupo de Contadora y el Consejo de Cooperación del Golfo.

El estudio añade que este factor ha contribuido a la "disminución del sentimiento antiestadounidense en los países desarrollados", como demuestra "el desplazamiento de una línea de dura condena a EE UU y a los países occidentales hacia la moderación" en la ONU y otros organismos internacionales. Ello también se debe a la decepción creada por la URSS y las dificultades económicas que han impulsado a muchos países del Tercer Mundo a pedir ayuda a Occidente.

Según este organismo, la guerra entre Irán e Irak ha provocado unos cambios en las alianzas existentes entre los países árabes que podría alterar el curso del conflicto árabe-israelí.

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