Juan Carlos I: "Las cicatrices de Sábato son nuestras cicatrices"

El rey Juan Carlos y doña Sofía presidieron ayer a mediodía la ceremonia de entrega del premio de literatura en lengua castellana Miguel de Cervantes al escritor argentino Ernesto Sábato. Durante la misma, el Rey destacó en su discurso la calidad literaria del escritor y su actitud como "valedor de una conciencia colectiva que nos compromete". "Las cicatrices de Sábato son nuestras cicatrices", afirmó. El ministro de Cultura, Javier Solana, quiso centrar sus palabras en "la actitud insobornable de autenticidad" del escritor argentino. Sábato señaló que "Cervantes es el antepasado de todos los que escribimos en castellano".

"Esta recepción agranda e ilumina aún más una institución que año tras año nos permite alentar las vidas y las obras de quienes nos han dado, para que andemos mejor por el camino de la historia, los más grandes logros de su imaginación y su juicio crítico. Por eso las cicatrices de Sábato son nuestras cicatrices; sus anhelos, los nuestros, y su Argentina -cuyo amor a España hemos constatado recientemente la Reina y yo-, la nación para la que queremos las mayores venturas", afirmó ayer el rey Juan Carlos en su discurso, pronunciado tras la entregas del premio Cervantes al escritor argentino Ernesto Sábato. El acto se celebró en el paraninfo de la universidad de Al calá de Henares, en la fecha que conmemora la muerte del autor del Quijote."De Sábato podemos decir como de muy pocos escritores que es nuestro contemporáneo", continuó. "Su obra refleja los anhelos y las frustraciones, las carencias y los deseos del hombre de hoy. El existencialismo de Sábato es la puesta en literatura de un mundo en profunda crisis que se enfrenta, casi in extremis, al dilema de su destrucción o su salvación".

Don Juan Carlos se refirió a continuación a las actuales relaciones de España y América. "Europa no estaría esencialmente completa sin nosotros, y nosotros no podremos comprendernos sin las comunidades americanas, sin las naciones que nos honran en la patria común del idioma y que laten y aspiran a la paz y el progreso con España", dijo.

"Me atrevo a decir que la América de Sábato encierra en su gigantesca personalidad algunas de nuestras más caras y permanentes ilusiones nacionales: superar las discrepancias seculares y unimos en una tarea común de perfeccionamiento de la propia convivencia", afirmó el Rey. "Otorgar el premio Miguel de Cervantes a Ernesto Sábato supone, en resumen, reconocer tanto los valores literarios y morales de una obra ya clásica como destacar la actitud ante el hombre y ante el mundo de un escritor admirable".

La ceremonia

Un persistente murmullo de flashes fue el único sonido que acompañó el momento en que el rey Juan Carlos entregó al escritor Ernesto Sábato el diploma y la medalla del premio de literatura. La medalla fue diseñada por Julio López y el diploma, por Eduardo Arroyo. El numeroso público, compuesto en su mayoría por académicos y escritores, guardó en ese memorable instante el mismo respetuoso y emocionado silencio que luego continuó durante el discurso del galardonado. En esta ocasión, calificada por él mismo como "el más alto honor de mi vida", Ernesto Sábato quiso referirse principalmente a las relaciones del castellano en América y España, para pasar posteriormente a reflexionar acerca del poder de la ficción sobre el escritor. La ceremonia se inició a las 12.15 horas, cuando ingresaron los Reyes de España en el paraninfo de la universidad de Alcalá de Henares.

Tras la entrega del premio, el escritor Ernesto Sábato subió al estrado lateral y pronunció -con un leve acento argentino- su discurso, al que siguió un prolongado aplauso del público. El ministro de Cultura, Javier Solana, desde el mismo estrado donde se encontraba el rey Juan Carlos, pronunció posteriormente unas palabras con las que puso de relieve la calidad moral del escritor premiado.

Solana estableció en un principio ciertos vínculos entre Ernesto Sábato y Miguel de Cervantes, partiendo del parentesco que existe entre algunas grandes obras literarias. "Lo que hace grandiosa una obra novelística es la síntesis entre aquellos elementos más tradicionales de la narración, los episodios y situaciones, y la presencia inquietante de lo Absoluto detrás de cada página".

"Ernesto Sábato es el escritor", continué, "el intelectual, que ha convertido toda su obra en la búsqueda de lo Absoluto, esto es, de la interpretación global, totalizadora de la realidad."

"Sábato tiene esperanza y hoy puede encontrar motivos para ello muy cercanos. Si el proceso de normalización de su país", afirmó el ministro, "le ha llevado a trabajos tan ingratos y tan necesarios como inquirir en el reciente pasado, es precisamente porque Argentina está ya en el camino de asumir su condición nacional, lo que con tanto empeño ha buscado en toda su obra. Y en esta esperanza, Ernesto Sábato, os acompañamos como parte que somos de vosotros mismos, como sabemos que vosotros nos habéis acompañado en nuestra experiencia, tanto en la lucha por la conquista de las libertades como en la democracia".

Actitud moral

El ministro de Cultura aludió a la actitud moral de Sábato, "una actitud insobornable de autenticidad, condiciones sin las cuales no habrían tenido sentido sus textos. Sábato es la terquedad moral hasta el punto que define esta frase correspndiente a Abaddón el exterminador, resumen de todo lo que he dicho y de lo que es para Sábato la escritura: "No debes escribir una línea siquiera que no sea sobre la obsesión que te persigue".

El hombre obsesionado e implicado tanto con la realidad como con la ficción, ha sido el ganador del premio Cervantes de 1984. Su participación en la elaboración del llamado Informe Sábato sobre los desaparecidos en Argentina ha sido un aspecto que no ha permanecido alejado del pensamiento de quienes participaron en esta ceremonia.

Los Reyes invitaron a este acto de entrega del premio Cervantes a dos mujeres familiares de desaparecidos, Martha Francese y Martha Bettini, quienes acompañaron también al presidente Felipe González a Argentina para la asunción del cargo del presidente Raúl Alfonsín. Ambas destacaron esa doble motivación, la literatura y la talla moral de Sábato, como las grandes razones para que le fuera otorgada esta distinción.

Por la noche, en el palacio de La Zarzuela, don Juan Carlos y doña Sofía recibieron, como es tradicional el 23 de abril, a escritores e intelectuales de los más diversos campos de la cultura española. Entre ellos hubo este año un nuevo invitado, el escritor germanooccidental Hans Magnus Enzensberger, que se encuentra en Madrid para escribir un reportaje sobre España, por encargo de EL PAIS.

El escritor alemán departió con los Reyes y con Ernesto Sábato, principal figura de una recepción que congregó a las figuras de la cultura española, y entre ellas a Pilar Miró, directora general de Cinematografía, en su primera aparición en público tras la operación a corazón abierto que sufrió el pasado 13 de febrero.