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Reportaje:La cultura española en el mundo / 4

El Reino Unido se solaza con la 'España de pandereta'

Los tópicos de la España de pandereta, sol y vino no han sido batidos en el Reino Unido, a pesar de una tímida penetración cultural española que según los más optimistas está en camino ascendente. Ediciones recientes de autores modernos españoles y espectáculos teatrales que viajan con timidez pero con fuerza están haciendo que se cambie ese estado de cosas, aunque según los hispanistas británicos consultados queda mucho trecho por recorrer para salvar las carencias actuales. Una de las barreras con las que choca allí la cultura española - y prácticamente todas las demás, por cierto- es la actitud insular de los británicos, que miran con ojos extraviados todo aquello que viene de fuera.

De las grandes culturas europeas, quizá sea la española la menos conocida a nivel popular en el Reino Unido, según se desprende de un muestreo por el país entre los especialistas universitarios del tema. Para el británico medio, la llamada España de pandereta, sol, vino y toros, sigue privando sobre todas las demás.Tres elementos se combinan para proyectar esta imagen de España en el Reino Unido. En primer lugar, el carácter insular de las islas Británicas, reafirmado en este caso por un pasado imperial todavía muy reciente que le hace muy poco permeable a las culturas extranjeras. Como manifiesta a EL PAÍS el historiador Paul Preston, director del Centro de Estudios Españoles Contemporáneos de la universidad de Londres, "lo extranjero penetra poco en este país", opinión que es compartida por el profesor Anthony Gooch, director de Estudios Hispánicos de la London School of Economics, para quien "el inglés es un pueblo muy civilizado, pero muy poco culto".

En segundo lugar, la invasión turística británica de las playas españolas, que en este año será superior a los cinco millones de personas y que traen de vuelta al Reino Unido una idea del sol, vino y toros como únicos elementos a considerar en España. La visión de una España cultural, de grandes monumentos, rutas históricas y museos e incluso climas meteorológicos no soleados es absolutamente desconocida por el británico medio, que contrata sus vacaciones por medio de un operador turístico en una playa mediterránea. El corresponsal de EL PAÍS tiene que hacer verdaderos esfuerzos para explicar a los taxistas y a los clientes del pub de su barrio que en España también nieva.

En tercer lugar, la poca atención que el Estado español, antes y ahora, y, generalmente por motivos presupuestarios, presta a la proyección de la cultura española en el Reino Unido, frente a la impresionante presencia cultural francesa y alemana, a través del Liceo Francés y el Instituto Goethe, el Instituto Español de Londres se ve y se desea para hacer frente a las demandas de los estudiantes y para poder organizar ciclos de conferencias con primeras figuras de la cultura española. El programa de actividades para el primer trimestre del año actual consta de seis conferencias, tres de ellas dictadas por personal de la representación diplomática española en Londres, y otras tres a cargo de Federico Sopeña y los catedráticos Manuel Núñez Encabo y Elías Díaz, así como un recital de piano y canto a cargo de María Garzón y Esteban Sánchez.

Labor de Preston

Según Paul Preston, cuya incansable labor para prestigiar el Centro de Estudios Contemporáneos Españoles debería contar con más ayuda por parte de las autoridades españolas, la presencia cultural española en los momentos actuales en el Reino Unido se traduce principalmente a través de la impresionante pléyade de cantantes, intérpretes y directores de orquesta de nuestro país, que actúa regularmente en las más importantes salas de conciertos de Londres. Los nombres de Plácido Domingo, Montserrat Caballé, José Carreras, Alfredo Kraus, Alicia de la Rocha, son bien conocidos del público medio británico. Los melómanos, comenta Preston, creen incluso que la importancia de la música en España es infinitamente superior a la que tiene, y se quedarían de piedra si supieran que en Madrid no hay un teatro de ópera.

En cuanto a autores, Manuel de Falla, con su El sombrero de tres picos, es el más conocido, junto a Rodrigo y Moreno Torroba; en un plano más elevado se conoce mucho a Robert Gerhard, el compositor catalán que con motivo de la guerra civil española se exilió en el Reino Unido.

Conocimiento de Lorca

Los profesores consultados por EL PAÍS consideran que los dos nombres de la literatura española que "más suenan" en este país son Cervantes y Lorca, cuyas obras siguen siendo reeditadas y vendidas. Para el profesor Gooch el fenómeno del interés por Lorca es "interesantísimo" porque "gran parte de su obra es tremendamente localista. Su dimensión política es muy importante", añade, "y sobre todo su componente erótico, que lo hace particularmente atractivo a las inglesas".

La obra de Lorca es conocida no sólo en su aspecto poético, sino también en el teatral. Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba y Yerma han sido interpretadas en el Reino Unido, y el pasado año Núria Espert llevó Doña Rosita la soltera al Festival Internacional de Edimburgo.

Últimamente, ha crecido el interés por la novela española desde que se realizaron unas traducciones en la Colección de Clásicos de Penguin de La Regenta, de Clarín, coincidiendo con su centenario, y Fortunata y Jacinta, de Pérez Galdós. "A partir de estas traducciones, los ingleses empezaron a comparar a Leopoldo Alas y a Galdós con Dickens", manifiesta el profesor Gooch.

La generación del 27 es sólo conocida en los círculos cultos y universitarios, y entre sus miembros destacan Alberti, Guillén y Aleixandre, incluso más que Antonio Machado. Para Anthony Gooch, entre los novelistas contemporáneos se estudia a Cela y, últimamente, a Delibes, cuya obra Cinco horas con Mario, tiene una gran importancia "para penetrar en la psicología de la época franquista". Paul Preston añade que la trilogía de Barea, Laforja de un rebelde, se ha publicado recientemente con un gran éxito, aunque admite que la obra de Barea hay que enmarcarla dentro de lo que aquí se conoce como "literatura de la guerra civil".

"Yo diría", manifiesta Preston, que un profesor universitario como yo, que no esté especializado en España país, conoce a Cervantes, Lorca, Galdós, Alas, Unamuno y, quizá, Cela, y muy poco más". Tanto Preston como Gooch admiten que en los últimos tiempos la literatura latinoamericana y concretamente las figuras de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa interesan mucho más que la literatura española. Latinoamérica y su regreso a la democracia, así como la situación política en América Central, han contribuido grandemente a este interés a nivel popular.

Según Anthony Gooch, la guerra de las Malvinas ha dado un parón momentáneo al interés general por temas latinoamericanos y por rechazo españoles. "Instintivamente, ha vuelto a renacer la suspicacia hacia todo lo meridional, y lo español y la sombra de una leyenda negra han vuelto a planear sobre las islas", afirma Gooch.A este respecto hay que resaltar que el tema de la rivalidad angloespañola de los siglos XV y XVI sigue vivo en este país y que el libro clásico de Mattingly sobre la Armada Invencible, que se ha reeditado 24 veces, se volvió a agotar en su última edición, realizada poco después de la guerra de las Malvinas, en 1982.

En cuanto al ensayo, Ortega, con La rebelión de las masas, y Unamuno, con El sentimiento trágico de la vida, siguen siendo los únicos autores conocidos y reeditados en este país. Sin embargo, como resalta Preston, el magnífico libro sobre la obra y el pensamiento de Ortega escrito recientemente no ha encontrado todavía editor. "No conozco una sola universidad británica que tenga en estos momentos un curso dedicado a Ortega", manifiesta Preston.

En cuanto a pintura, Velázquez, Goya y El Greco siguen siendo para el británico medio los tres pintores españoles más conocidos y apreciados. Sin embargo, se echa de menos la celebración de exposiciones monográficas como la realizada en 1974, dedicada a Francisco de Goya y que tuvo un éxito sin precedentes en la capital británica. Desde entonces la actividad artística hispana en el Reino Unido es fragmentada e insuficiente.

La enfermedad del artista Salvador Dalí ha vuelto a poner al pintor catalán en el primer plano de la actualidad en el Reino Unido, debido a los diversos reportajes aparecidos sobre su obra en las cadenas de televisión. Curiosamente, el público británico medio rara vez asocia el nombre de Pablo Ruiz Picasso a la pintura española. A Picasso, el inglés medio le considera un genio, pero un genio francés.

El estudio del idioma

En cuanto al estudio del idioma español en el Reino Unido, figura en cuarto lugar en las universidades británicas, después del francés y el alemán, aunque hay que poner de manifiesto que en todas las universidades importantes del Reino Unido, incluida la de Belfast, en Irlanda del Norte, existe un departamento de español.

Las cuatro universidades escocesas: Edimburgo, Glasgow, St. Andrews y Aberdeen, cuentan con departamentos de estudios hispánicos. La Asociación de Profesores de Español de las universidades y politécnicas británicas cuenta con unos 200 miembros.

Sin embargo, como comenta el hispanista Paul Preston, es muy posible que el estudio del español se incremente de forma notable en los próximos años.

"La gente tiene una percepción de España que hay que aprovechar tratando de fomentar por ambas partes la proyección cultural española".

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