Alfonsín hace un llamamiento al diálogo entre Europa y Latinoamérica

El presidente argentino, Raúl Alfonsín, defendió ayer ante el Parlamento Europeo la necesidad del "diálogo y la relación cooperativa entre Europa y América Latina". El jefe del Estado argentino, que fue recibido por el presidente del Parlamento, Pierre Pflimlin, como "el hombre que le ha devuelto a Argentina las libertades democráticas", propugnó también la "convivencia civilizada entre las naciones, propósito no sólo deseable, sino también posible y el más conveniente para la comunidad internacional".Alfonsín hizo hincapié en la voluntad de su país de resolver "por la vía pacífica y diplomática las controversias internacionales", propósito "que ha quedado claramente testimoniado en el caso del contencioso con la hermana nación chilena. Esto es sólo un ejemplo, pero es una prueba de nuestra política".

El dirigente argentino abordó ante los parlamentarios europeos la cuestión del endeudamiento de su país. Para Alfonsín, los 45.000 millones de dólares de deuda externa se deben, en parte, a la "irresponsabilidad de un régimen autoritario de gobierno", pero también a una "especulación desenfrenada que ese Gobierno dictatorial estimuló y que, todo hay que decirlo, fue favorecida por el funcionamiento del sistema financiero internacional".

El presidente Alfonsín subrayó que una y otra vez su Gobierno ha reiterado la voluntad de saldar la deuda; "ahora bien, es lamentable comprobar que las condiciones vigentes en el mercado internacional no facilitan las condiciones apropiadas para el reembolso".

Asociación entre regiones

El diálogo y la negociación son las únicas formas de examinar la situación creada, dijo Alfonsín, para quien "eliminando racionalmente el problema y buscando soluciones razonables se puede llegar a soluciones aceptables; un diálogo que propusimos los países reunidos en Cartagena". El presidente argentino exaltó la gran tarea comunitaria europea y subrayó que "el camino de las soluciones deberá ser transitado a través del estrechamiento de la interdependencia de América Latina con la comunidad europea, basado en una asociación formal o informal entre ambas regiones".Raúl Alfonsín lamentó que "América Latina no haya tenido fuerza para hacerse oír y que la Comunidad Económica Europea (CEE) no haya tenido interés en escucharla". A continuación enumeró el presidente argentino las premisas de una fructuosa relación entre ambas regiones y dijo: "En síntesis, los retos para una efectiva y continua cooperación entre los países de la América Latina y los de la CEE dependen de las respuestas que se den a los factores que condicionan una eficaz cooperación entre ambas partes".

Tras denunciar el proteccionismo de numerosos países industrializados, que imposibilita el crecimiento de las naciones en vías de desarrollo, Alfonsín señaló que "deberían estudiarse medidas para permitir una inserción de la producción de los países en desarrollo dentro de los parámetros comerciales que derivan de la política agrícola de la CEE".