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La junta de la facultad de Medicina de la Complutense, contra la integración del Hospital Clínico en el Insalud

La junta de gobierno de la facultad de Medicina de la Universidad Complutense acordó ayer -por 46 votos a favor, 2 en contra y 13 abstenciones,- rechazar la decisión gubernamental de integrar el Hospital Clínico en la red asistencial de la Seguridad Social, prevista en una disposición adicional del proyecto de ley de Presupuestos del Estado para 1985.

La junta de facultad fue convocada con carácter extraordinario para tratar, como único punto del orden del día, el problema de la integración en Insalud del Hospital Clínico, dependiente de la Universidad Complutense. La junta analizó un escrito de la secretaría de Estado de Universidades, Carmina Virgili, en el que ésta explicaba las razones que han aconsejado al Gobierno cambiar la actual dependencia de todos los hospitales clínicos.Dicho escrito mereció durísimas descalificaciones por parte de algunos de los miembros de la junta de la facultad, "descalificaciones sonrojantes en algunos casos", según expresión literal de algunos de los asistentes a la reunión de la junta. Ésta autorizó al decano de la facultad para que exprese a la Administración el rechazo institucional a la integración e impulse los procedimientos jurídicos necesarios para oponerse a la decisión gubernamental. También se acordó trasladar este desacuerdo a la junta de gobierno de la universidad a fin de obtener su solidaridad al respecto.

La facultad de Medicina, representada por menos de la mitad de los miembros de su junta en la citada reunión, invoca, para el rechazo a la integración proyectada por el Gobierno, razones de calidad de la docencia médica y de derechos patrimoniales de la universidad.

A este último respecto, el asesor jurídico de la Universidad Complutense, Teodoro Ballesteros, manifestó a este periódico que la disposición adicional 24ª del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado incurre en un importante defecto de forma y de fondo al establecer la desafectación del Hospital Clínico de la Universidad Complutense respecto del Ministerio de Educación, cuando debería hablarse de desafectación respecto de la propia universidad, a cuyo patrimonio pertenece el hospital. En este sentido, se piensa que el proyecto conculca aspectos de la ley de Reforma Universitaria relativos a los bienes patrimoniales de las universidades.

Por otra parte, en el Hospital Clínico, donde la inmensa mayoría del personal se inclina abiertamente por la vía de la integración en Sanidad, crece por momentos la tensión, debida a insistentes rumores sobre un posible e inminente cese de algunos miembros directivos de su actual junta de gobierno, entre ellos los actuales directores médico y gerente, doctores José Fereres y Juan Andrés Ramírez Armengol, respectivamente. En una reunión conjunta de las centrales sindicales celebrada casi al mismo tiempo que la de la junta de facultad, se tomó el acuerdo de convocar una huelga total si tales ceses se confirman, según fuentes de UGT.

Cargos directivos

Los cargos directivos del Hospital Clínico son designados por el rector, a propuesta de la junta de gobierno, que los elige democráticamente, y en la que están representados todos los estamentos del hospital. Los actuales miembros directivos tienen nombramiento del rector anterior, Francisco Bustelo, catedrático de la facultad de Económicas. Dichos cargos recayeron sobre una mayoría de personas que no pertenecen al sector médico docente.Al parecer, el actual rector, Amador Schüller, que es catedrático de Patología Médica de la facultad de Medicina y, en calidad de tal, jefe de un departamento del Hospital Clínico, proyecta disponer el cese en sus cargos de los actuales miembros directivos de la junta de gobierno para situar en su lugar a personas de su confianza, pertenecientes al sector médico docente y que estarían en una línea de clara oposición al proyecto de integración del hospital en el Insalud. Ayer, el director y el gerente recibieron un telegrama del rector en el que les citaba para el próximo lunes.

En el Hospital Clínico trabajan unas 3.500 personas, de las que sólo unos 100 son profesores y catedráticos de la facultad, mientras 650 son médicos no docentes.

En las numerosas asambleas realizada en épocas pasadas en el hospital, siempre con el telón de fondo de la integración, ha quedado bastante claro que la oposición a la misma sólo se produce dentro del sector médico docente, es decir, de directa adscripción a la facultad de Medicina, mientras el resto la apoya, siempre con la condición explícita de exigir la intervención en el proceso negociador de la misma.

Entre otros inconvenientes derivados de la actual situación, "que la integración en Sanidad puede contribuir a resolver", fuentes sindicales del Hospital Clínico destacan el hecho de que "la planificación general del hospital ha estado supeditada a las conveniencias del sector docente". Este hecho, según las mismas fuentes, ha tenido su reflejo más palpable en la "abusiva multiplicación de servicios de una misma especialidad, difícilmente explicable desde el punto de vista asistencial, pero incluso también desde el punto de vista docente".

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