Terrorismo de Estado contra la Iglesia católica

Un nuevo y dramático caso de terrorismo de Estado contra la Iglesia católica chilena ha trascendido esta semana, después de que un teniente del Ejército muriera destrozado el sábado al colocar una bomba en una pequeña parroquia de Punta Arenas, 2.000 kilómetros al sur de Santiago.La parroquia quedó parcialmente destruida. El lunes, fuentes militares reconocieron que el presunto terrorista era un teniente del Ejército.

El reconocimiento, que causó conmoción nacional, se hizo una vez que el obispo de Punta Arenas, Tomás González, entregara al juez un fragmento del documento de identidad del teniente Patricio Contreras, de 28 años, quien, según testigos, acababa de colocar la bomba acompañado por otros dos sujetos que lograron escapar.

Un comunicado del Ejército manifestó que repudiaba el atentado y sugirió que Contreras pudo haber sido secuestrado previamente por un comando terrorista. El comunicado sugería que el oficial pudo intentar desactivar la bomba. El obispo González rechazó ambas posibilidades, afirmando que "todos los indicios muestran que la persona muerta estaba colocando la bomba"