Octavio Paz aboga por la propuesta de Contadora como "única solución racional"
El escritor mexicano recibió en Francfort el Premio de la Paz que otorgan los libreros alemanes
El escritor mexicano Octavio Paz recibió ayer en Francfort el Premio de la Paz que anualmente otorgan los libreros alemanes, en un acto presidido por el presidente de la República Federal de Alemania, Richard von Weizsaecker. Paz pronunció un largo discurso sobre el origen de la guerra y abogó por la propuesta de los países de Contadora para Nicaragua como "única solución racional", a la vez que afirmó que la paz es indisoluble de la democracia. Poco antes del acto, un grupo autodenominado Latinoamérica se manifestó en contra de Paz.
Hasta cuatro veces fue interrumpido Octavio Paz por los aplausos durante su discurso, pronunciado en la iglesia de San Pablo de Francfort. La primera fue cuando se refirió a los escritores que Firman manifiestos de apoyo al régimen sandinista preguntándose: "¿Por qué aprueban la implantación en Nicaragua de un sistema que les parecería indeseable en su propio país?". La segunda interrupción se produjo tras la frase: "Sólo si defendemos la democracia estaremos en posibilidad de preservar la paz". Casi a continuación afirmó que la libertad y la paz son "indisolubles" y que "separarlas es ceder al chantaje", lo que provocó la tercera tanda de aplausos. Finalmente, la frase: "Al luchar por la democracia, los disidentes de todos los países luchan por la paz, luchan por nosotros", provocó la cuarta y última interrupción del discurso. Las palabras de Octavio Paz, un total de 15 folios, fueron una larga reflexión sobre la paz y la guerra y sobre las propuestas para abolir esta última. Empezó recordando que había nacido en 1914 y que para los escritores de su generación "la guerra ha sido una referencia constante. Escribí y escribo porque concibo la literatura como un diálogo con el inundó, con el lector y conmigo mismo, y el diálogo es lo contrarío del ruido que nos niega y del silencio que nos ignora". Para Paz, "el primer relato histórico de nuestra tradición religiosa es el episodio del asesinato de Abel por Caín".
El edén es prehistórico: "La paz", afirmó el escritor mexicano, "fue una dimensión de la inocencia del principio, antes de la historia. El fin de la historia será el comienzo de la paz: el reino de la inocencia recobrada".
Paz analizó dos opciones propuestas para eliminar la guerra: la que contempla la abolición del Estado y la que propone la creación de un Estado mundial, para rechazarlas ambas. La primera la negó sobre la base de que el Estado no es el origen de la discordia, sino de la paz. "El Estado", afirmó el escritor mexicano, "nació para defender al hombre del hombre". "La segunda opción", dijo Paz, "se traduciría en la servidumbre universal y en la muerte del espíritu". Así, pues, "si estamos condenados a la divergencia, la disputa y la querella, también estamos condenados al diálogo y a la negociación". La posibilidad constante de guerra concierne a todos los hombres y hace que la democracia, si no una garantía contra la guerra, sea condición para la paz, ya que "los Estados ideológicos son por naturaleza belicosos".
Paz añadió que la "incorporación al sistema totalitario de los pueblos de la llamada (impropiamente) Europa del Este" parecía presagiar el futuro sometimiento de las "naciones de Occidente", y que no ha sido así, si bien éstas parecen haberse agotado intelectual, política y moralmente y dejado con ello de ser una guía para otras naciones y minorías nacionales del mundo.
Una dictadura hereditaria
Tras relacionar la inmovilidad política y cultural europea con el equilibrio del terror nuclear, Paz afirmó que "el terror nos ha preservado del gran desastre, pero no de la guerra. Desde 1945 no ha pasado un solo día sin combates en Asia o en África, en América Latina o en el Lejano y Próximo Oriente". Paz denunció a continuación el suministro de armas a Nicaragua por parte de Cuba y la Unión Soviética, y por parte de Estados Unidos a la guerrilla -"a la sombra de Washington nació y creció en Nicaragua una dictadura hereditaria"-, añadiendo: "Estados Unidos no inventó ni la fragmentación, ni las oligarquías, ni los dictadores bufos y sanguinarios, pero se aprovechó de esta situación, fortificó las tiranías y contribuyó decisivamente a la corrupción de la vida política centroamericana".
La opinión de Nicaragua
Respecto a la guerrilla antisandinista afirmó que "unos son conservadores, otros son disidentes demócratas del sandinismo y otros más pertenecen a la minoría indígena. Ninguno de estos grupos busca la restauración de la dictadura en Nicaragua". Paz trató en ese momento de la propuesta de los países del Grupo de Contadora, afirmando que es la única "racional y realmente orientada hacia la paz". "La pacificación de la zona", añadió, "no podrá consumarse efectivamente hasta que le sea posible al pueblo de Nicaragua expresar su opinión en unas elecciones de verdad libres y en las que participen todos los partidos".
Paz citó El Salvador como ejemplo de la posibilidad real de sus propuestas, encomiando las elecciones allí celebradas como una muestra de la voluntad democrática y de paz de la población salvadoreña. El escritor cerró su discurso con una defensa del diálogo, "una de las formas", dijo, "quizá la más alta, de la simpatía cósmica".
Previamente había intervenido en el acto el presidente de la RFA, Richard von Weizsaecker, y también el alcalde de la ciudad, Walter Wellmann. El primero arrancó también aplausos en los asistentes en varias ocasiones. La primera de ellas, apenas iniciado el discurso, cuando afirmó: "En materia de información sobre América Latina nos encontramos, para nuestra desgracia, entre los subdesarrollados del mundo". La segunda, al recordar una frase de Octavio Paz -"cuando un filósofo llega al poder termina o en el cadalso o como un tirano coronado"-, a la que añadió: "Sin embargo, no sería una desgracia que los políticos se interesasen a veces por los problemas filosóficos".
Von Weizsaecker recordó la trayectoria intelectual y vital de Octavio Paz desde sus inicios como escritor hasta su abandono de los cargos públicos tras producirse la matanza de estudiantes en México, en 1968, pasando por su presencia en el Congreso de Escritores Antifascistas en Madrid en 1937.
Evocó su postura moral, expuesta en reiteradas ocasiones, y sus condenas a los sistemas autoritarios, y lo relacionó con Rosa Luxemburgo en su concepción de la libertad. Tras definir la obra de Paz como "un círculo en el que los momentos se transforman y son transformados, citando a Pere Gimferrer, citó diversos poemas del mexicano y terminó diciendo que el homenaje a Octavio Paz era también un homenaje a México y Latinoamérica.
Manifestación de protesta
En el exterior de la iglesia de San Pablo, que fue en 1841 sede de la primera Asamblea Nacional alemana, se había convocado una manifestación para protestar por la concesión del Premio de la Paz al escritor mexicano. Los asistentes no superaron en ningún momento la cifra de una centena, y, bajo la discreta vigilancia de la policía, distribuyeron un manifiesto al respecto entre los asistentes, en el que se identifica al escritor con la defensa de la dominación de Estados Unidos sobre los países de Latinoamérica.
Babelia
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