Debate sobre la política bibliotecaria de las autonomías en Liber-84

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol visitó ayer por la tarde Liber-84, acompañado del director general del Libro, Jaime Salinas, el presidente del comité organizador del certamen, Francisco Pérez González y otras personalidades. Pujol se detuvo en las casetas de la Enciclopedia Catalana y de la Cámara de Libreros de Cataluña, entre otras y terminó su recorrido en el gran centro expositor de la Generalitat. "Está muy bien esta feria. Parece muy animada y se han hecho muchas transacciones comerciales. Me gustan demasiado los libros pero no hay tiempo para verlos todos", comentó Jordi Pujol a este periódico.

Un público bastante numeroso visitó también ayer por la tarde el 2º Salón Internacional del Libro, Liber-84. Varios autores firmaron ejemplares de su obras y se celebraron diversas actividades de carácter profesional o cultural.Por la mañana se debatió la posibilidad de descentralizar la producción editorial que, en España, se encuentra bipolarizada en dos focos principales: Madrid y Barcelona. Este hecho determina una serie de problemas de transporte y distribución que incide en la situación del sector editorial.

Bibliotecarios de las distintas comunidades autónomas se reunieron por la tarde para analizar las experiencias realizadas tras la nueva organización político-administrativa del Estado español y, sus repercusiones en el sistema bibliotecario. Se contrastaron las diversas políticas bibliotecarias desarrolladas por los gobiernos autonómicos y las posibilidades de interconexión y coordinación con la Administración central.

La conveniencia de utilizar sistemas centralizados o descentralizados para la selección y compra de libros, las relaciones entre bibliotecas públicas y escolares, las ventajas e inconvenientes, de las bibliotecas de distrito o comarcales sobre las bibliotecas rurales y la formación profesional del bibliotecario, fueron algunos de los temas tratados en el encuentro.

El director general del Libro, Jaime Salinas, señaló a este periódico la conflictiva situación, que atraviesa el mundo bibliotecario debido a la insuficiencia de las dotaciones económicas, las ambigua delimitación de funciones y competencias entre la Administración central y, los gobiernos autonómicos y, sobre todo, al espíritu de Reinos de Taifas que impera en el sector.

Por otra parte, el pasado viernes se celebró una cena homenaje a Manuel Salvat, anterior presidente de la Unión Internacional de Editores, quien aprovechó la ocasión para exponer unas reflexiones sobre la evolución del libro español. El Ministro de Cultura, Javier Solana, anunció en la cena la no aplicación al libro del Impuesto General sobre el tráfico de Empresas (IGTE), medida que provocó la satisfación de los presentes.