'Nunca más'

La emisión de un programa de televisión, el miércoles por la noche, sobre los detenidos desaparecidos, preparado por la Comisión Nacional nombrada por el presidente Raúl Alfonsín para recoger denuncias de familiares y víctimas, ha causado una honda impresión en la opinión pública argentina, a la vez que ha despertado nuevamente reacciones violentas de los sectores ultras civiles y militares.Una bomba estalló en el tejado del canal 13 poco antes de las once de la noche, cuando ya se había proyectado más de media hora del programa, titulado Nunca más, y se encontraban allí Antonio Troccofi, ministro del Interior, y el escritor Ernesto Sábato, que preside la comisión. Una hora después, la guardia de la Escuela de Mecánica de la Armada respondió a disparos efectuados desde el exterior. El tiroteo se prolongó algo más de 10 minutos, y los agresores no pudieron ser detenidos.

Por la mañana, el presidente Raúl Alfonsín había ordenado la proyección privada del programa en su residencia, y asistió a ella con sus colaboradores más inmediatos. Después de una breve reunión se decidió la intervención en directo del ministro del Interior. Troccoli se presentó ante las cámaras antes y después de la emisión del programa, para insistir en que esa era sólo una parte del drama sufrido por el país. El propio Ernesto Sábato, que ya había grabado su reflexión sobre el tema, fue convocado para agregar al final, junto al ministro, que de ninguna manera se pretendía acusar a las Fuerzas Armadas como institución. Simultáneamente, se anunció que dentro de 15 días se emitirá un programa similar en extensión, también sin pausas publicitarias, dedicado a recordar los atentados y crímenes de los grupos terroristas que actuaron en el país.

Durante hora y media y con la cámara mostrando primeros planos, se escucharon, por primera vez en televisión, los desgarrados testimonios de familiares y víctimas. En la emisión participaron padres de jóvenes desaparecidos, detenidos sobrevivientes y dos abuelas que iniciaron investigaciones para conocer el paradero de sus nietos nacidos en cautiverio. La comisión ha comprobado la desaparición de 8.800 personas de entre 20 y 35 años. Ciento sesenta de ellas eran adolescentes de entre 12 y 18 años, y 52 tenían más de 60 años, además de otros 172 niños.