Los horrores imaginables de 'El día después'
La película, estrenada en noviembre de 1983 en Estados Unidos, llega a España tras haber sido exhibida en varios países occidentales
Los partidarios del desarme y los defensores del rearme no han modificado sus puntos de vista tras la proyección, en muchos países, de El día después, película norteamericana que describe las consecuencias de un ataque nuclear en una ciudad norteamericana. En Estados Unidos, cien millones de ciudadanos vieron la película el 20 de noviembre del pasado año, la fecha de su primera exhibición por la cadena ABC, la segunda en el ranking en EE UU, y en muchas ciudades su visión fue precedida de debates y coloquios, al igual que en el Reino Unido, país en el que su ministro de Defensa, Michael Heseltine, ante el temor de que su proyección provocara un aumento de pacifistas, repitió hasta la saciedad que Europa ha podido vivir en paz 40 años gracias a la presencia de ese armamento nuclear tan denostado. Sin embargo, para los diplomáticos y expertos que siguen de cerca el tema nuclear en la OTAN, la película no ha impresionado y su interés se ha centrado sólo en el modo en que se dispara la guerra nuclear: un ataque de la Unión Soviética país en el que se ha elogiado la película y ha sido el propio viceprimer ministro de Defensa y jefe del Estado Mayor, Nikolai Ogarkov, quien ha subrayado el peligro y horribles consecuencias que podría tener una eventual guerra nuclear. La película se verá mañana, por primera vez de una manera pública en España, en un cine de Madrid, en una sesión patrocinada por la revista Tiempo. A partir de este estreno el filme seguirá exhibiéndose en el mismo cine con carácter comercial. En estas páginas se ofrecen algunas de las reacciones más significativas que ha merecido el polémico filme.
Babelia
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