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El desarme mundial, en juego

Gromiko juzga la política exterior de EE UU de terrorista y cínica, y la califica de "la principal amenaza para la paz"

Antonio Caño

En una descarga de todo el resentimiento acumulado en los últimos tres años en Moscú contra la Administración del presidente norteamericano Ronald Reagan, el ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, Andrei Gromiko, calificó ayer en Estocolmo la política de Washington de criminal, cínica, terrorista, militarista, inhumana y la acusó de ser "la principal amenaza para la paz". "En resumen", añadió, "la actual Administración norteamericana piensa en términos de guerra y actúa de acuerdo a ello".

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Gromiko pronunció ante la Conferencia sobre Desarme en Europa (CDE) un discurso que no se recuerda desde los tiempos de guerra fría. Acusó a Estados Unidos de exportar a Europa "el militarismo, la enemistad y la histeria al mismo tiempo que los misiles", de cometer "escandalosas violaciones de sus obligaciones con los tratados internacionales".El veterano jefe de la diplomacia de la URSS dijo que la máquina de guerra de Estados Unidos está sembrando la muerte y la destrucción" en Líbano, y añadió que el territorio de ese país "está siendo aplastado por las botas de los soldados de algunos Estados cuyos representantes están sentados en esta sala".

Granada, 'acto de piratería'

Mencionó la invasión norteamericana de la isla caribeña de Granada como "un acto de piratería y terrorismo". "Es un secreto a voces quién respalda a las bandas de mercenarios y terroristas contra Nicaragua, quién está convirtiendo a Honduras en su base militar, quién está apoyando el régimen asesino y antipopular de El Salvador", manifestó Gromiko. "Nuevos misiles, bombarderos, aviones de combate están siendo construidos con una especie de obsesión patológica", añadió.

El ministro de Asuntos Exteriores soviético fue más vago al referirse a la actitud de su país respecto a las conversaciones de Ginebra sobre misiles estratégicos y de alcance medio, pero recordó que "nosotros habíamos advertido repetidamente que el despliegue de los Pershing y misiles de crucero de Estados Unidos en Europa haría imposible la negociación". "La posición actual de Estados Unidos a favor de la reanudación de las negociaciones a pesar del hecho del continuo despliegue de misiles es una manera de ocultar su política", continuó.

Gromiko aseguró que la Unión Soviética viene con "buenas intenciones" a la conferencia de Estocolmo, pero advirtió que "seguramente es imposible hablar de confianza (el objeto de esta reunión) al mismo tiempo que se promueve la guerra nuclear". Consideró que la conferencia que ha empezado sus trabajos no puede ser artificialmente aislada de las realidades del mundo de hoy", en lo que se ha considerado como una crítica a la posición de la Alianza Atlántica de limitar las negociaciones en Estocolmo a las medidas de confianza sobre armamento convencional.

Uso de las armas nucleares

Andrei Gromiko recordó que la Unión Soviética ha renunciado ya unilateralmente a ser el primero en usar armas nucleares", y dijo que "los otros poderes nucleares participantes (en la conferencia de Estocolmo) no han asumido todavía esta obligación", por lo que propuso que la reunión de la capital sueca trate sobre este tema. Anunció que la URSS apoyará el establecimiento de zonas desnuclearizadas en varias partes de Europa y se mostró favorable a la propuesta de notificación previa de las maniobras militares entre otras sugerencias occidentales.

La agresividad del discurso de Gromiko no ha sorprendido excesivamente a los medios de la CDE, que ya contaban con que la Unión Soviética asumiese un papel de dureza después de la instalación de los euromisiles. "Nadie podía contar con que los soviéticos actuasen con moderación en Estocolmo cuando sólo hace dos meses que se retiraron de las conversaciones de Ginebra. Nadie puede esperar que Moscú acepte, humildemente, la primera mano que le tiende Washington en tres años", comentó poco después del discurso de Gromiko una fuente diplomática. Tanto el presidente Ronald Reagan como el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, han expresado esta semana su confianza en que la Unión Soviética volverá a las conversaciones de Ginebra, en las que, conforme a la política de Washington, Estados Unidos actuará desde ahora en una "posición de fuerza", gracias al despliegue de los euromisiles.

Entre el resto de los discursos pronunciados ayer ante el pleno de la CDE destacó el del ministro yugoslavo de Asuntos Exteriores, Lazar Mojsov, quien, desde su posición de país no alineado, pidió la reanudación de las "negociaciones sobre desarme en Europa".

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