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Unos viajeros útiles

En un futuro cercano, la genética molecular, el estudio de las moléculas que determinan la herencia biológica, nos afectará tanto como en su día pudo hacer la aplicación de la química orgánica a la síntesis de productos industriales. Los seres vivos son resultado de la expresión de la información biológica contenida en sus genes. El color de una flor, la sordera de algunos gatos persas o la resistencia de una bacteria infeccíosa a un antibiótico resultan de la expresión de genes de la planta, del gato o, en su caso, de la bacteria.Los genes, contenidos en una sustancia a la que los científicos llaman DNA, se heredan de padres a hijos, pero suelen ser bastante estables en sus propiedades y en su localización dentro de los organismos adultos.En los procesos de reproducción, las moléculas de DNA de los padres,'que forman dos versiones del mismo gen, pueden intercambiarse segmentos o incluso el gen entero, porque su composición es muy parecida.

Más información
Barbara McClintock, norteamericana, de 81 años, premio Nobel de Medicina por sus trabajos en genética vegetal
Una vida dedicada al maíz

El DNA es una molécula muy versátil y puede realizar, como muestran casi a diario las investigaciones especializadas, procesos muy variados. Hay algunos segmentos de DNA que no se limitan a intercambiarse con otros segmentos muy parecidos, sino que son excepcionalmente hábiles para, al contrario de lo normal, introducirse en lugares de DNA a los que se parecen en muy poco.

Estos segmentos de DNA especializados pueden viajar así de un gen a otro con gran facilidad y se les puede identificar, porque allí a donde llegan interrumpen la expresión normal del gen. Por sus propiedades de ir de un lugar a otro del DNA más fácilmente de lo que lo hacen las otras moléculas de esta sustancia se les llama elementos genéticos móviles.

Los primeros en descubrirse, ya en los años cuarenta, fueron los elementos controladores del maíz. La concesión del Nobel a su descubridora, la doctora McClintock, es tanto un pre mio a su labor personal de cua tro décadas como un reconoci miento de la importancia que tiene hoy día la investigación básica en genética molecular a causa de sus ya casi inmediatas aplicaciones industriales den tro de lo que ha dado en llamar se ingeniería genética.

También las investigaciones más recientes han demostrado la existencia de elementos mó viles en el patrimonio genético de las bacterias en las que pue den transferir esas resistencias a antibióticos de las que hablá bamos al principio y que tanto dificultan el tratamiento de las enfermedades infecciosas. Al gunos elementos genéticos móviles de las bacterias pueden te ner aspectos positivos para la planta: en algunas bacterias que infectan plantas se está in vestigando la introducción artificial de genes beneficiosos me diada por uno de estos ele mentos.

En los animales existen, asi mismo, elementos genéticos móviles; entre ellos, un ejemplo son los retrovirus, virus que pueden llevar incorporados ge nes asociados con el cáncer, los oneogenes. Los retrovirus son capaces de integrarse dentro del DNA de los animales de igual forma que lo hacen otros elementos móviles en otros organismos.

La Academia Sueca ha premiado, pues, una investigación académica que durante muchos años permaneció casi olvidada; pero esta investigación ha abierto amplias perspectivas para aplicaciones industriales. cuya existencia era impredecible hace tan sólo diez años.

Miguel Vicente es colaborador científico en el Instituto de Biología Celular del CSIC y coordinador del programa de ingeníería genética de este organismo.

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