El régimen chileno intenta retomar la iniciativa política en el país
Con la derogación del estado de emergencia, la suspensión del toque de queda nocturno y anuncios de regreso de exiliados, legalización de los partidos políticos y referéndum para adelantar las elecciones parlamentias, previstas para finales de la década, el régimen del general Augusto Pinochet está buscando retomar la iniciativa política en medio de una creciente ola de protesta en su contra.Este útimo fin de semana, el Gobierno de Pinochet dio a conocer una nueva lista de 1.916 exiliados a quienes se permite el regreso al país, entre los que se incluye a varios destacados miembros del derrocado Gobierno constitucional de Salvador Allende. El domingo haciendo uso de una autorización anterior conseguida por el Gobierno, regresaron a su patria el presidente de la Comisión,de Derechos Humanos, Jaime Castillo Velasco; el ex diputado comunista César Godoy Gurrutia y el ex diputado de la izquierda cristiana Luis Maira, entre otros.
Al mismo tiempo, el sábado se puso fin en todo el país al estado de eniergencia que rigió durante 10 años y, en consecuencia, se eliminó el toque de queda dispuesto por las autoridadades entre las dos y las cinco de la madrugada.
También por primera vez se ha permitido a los opositores realizar manifestaciones sin hacer uso de la retención para disolverlos.
El ministro del Interior, Sergio Onofre Jarpa, en lo que fue calificado de una hábil jugada política, autorizó una concentración pública de oposición para el día 4 de setiembre, sabiendo que dentro de la oposición no había consenso para llevarla a cabo. Esto motivó fisuras en el hasta ahora creciente proceso de unificación de las fuerzas opositoras. La concentración, finalmente, no se realizará.
Jarpa, quien viajó a Buenos Aires para poner fin a su misión como embajador de Chile en Argentina, declaró en esa ciudad que el general Pinochet anunciará planes para el futuro político del país el próximo 11 de septiembre.
Sin embargo, el consenso generalizado aquí es que el régimen deberá hacer concesión tras concesión hasta que se produzca el retorno definitivo a la democracia, ya que las fuerzas populares, organizadas, fortalecidas y decididas, no cesarán en sus posiciones hasta derrocar al general Pínochet.
Estos conflictos políticos son la natural consecuencia de diez años de luchas ininterrumpidas en contra de la dictadura. En una conferencia de prensa, los dirigentes dijeron que "es hora que los socialistas abandonemos la clandestinidad", y agregaron que insistirán en que "es imprescindible el cambio de nombres, porque Pinochet no tiene interés alguno en restablecer la democracia, y la actual apertura sólo es una expresión desesperada de respuesta a las jornadas de protesta del pueblo".
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