El féretro con los restos de Bergamín fue enterrado en Fuenterrabía envuelto en una 'ikurriña'
La comitiva fúnebre para despedir a José Bergamín, fallecido el domingo en San Sebastián, partió de la calle de Pedro Egaña, de la capital guipuzcoana, último domicilio del escritor y transcurrió por las localidades de Rentería, Urdanibia y la propia Fuenterrabía. El féretro bajó a la sepultura envuelto por una ikurriña.
Alfonso Sastre, Eva Forest y su familia, Manuel Tuñón de Lara, Carlos Muñiz, Sabina de la Cruz, Joaquín Navarro Esteban, magistrado juez decano de San Sebastián, el doctor José Luis Barros, el escritor José María Álvarez Emparanza Txillardegui, la hija de Julián Grimau y José Félix Azurmendi, director del diario Egin, figuraban entre los asistentes. También asistieron al acto varios dirigentes de la coalición Herri Batasuna, entre ellos el diputado Iñaqui Esnaola, Miguel Castell, Jon Idígoras, Jokin Gorostiri y el concejal donostiarra Félix Soto.
El director general del Libro, Jaime Salinas, que acudió al sepelio en representación del ministro de Cultura, declaró a EL PAIS que "José Bergamín era una persona de las que, desgraciadamente, no hay bastantes en España. "Por lo que representa, por sus contradicciones, incluso, y porque ha guardado una coherencia hasta el final". Y añadió que "hacen falta en España muchos Bergamín". Salinas añadió que su presencia en el acto se justificaba, con independencia de su cargo, por la amistad y afecto que profesaba al escritor difunto.
El sacerdote, padre Balencíaga, hizo un breve responso bilingüe, citando diversos versos bíblicos, a cuyo término se cantó el himno Eusko gudariak. Tras introducir en la sepultura el féretro, envuelto en una ikurriña, se volvió a cantar el referido himno. El escritor Txillardegui pronunció en eusquera unas breves palabras en homenaje a José Bergamín, a quien presentó como el modelo de amigo y revolucionario.
Unas treinta coronas enviadas desde distintos pueblos de la provincia, por HB y las gestoras pro amnistía, fueron depositadas sobre la tumba así como un poema escrito por José Bergamín hace unos meses en Fuenteheridos, en la sierra de Huelva, que decía así: "Fui peregrino en mi patria./ desde que nací Y fue en todos los tiempos./ que en ella viví Y por eso sigo siéndolo./ Ahora y aquí./ Peregrino de una España/ que ya no está en mí./ Y no quisiera morirme/ aquí y ahora/ para no darle a mis huesos/ tierra española".
Alfonso Sastre manifestó a este diario que con José Bergamín no sólo se le va el amigo, "sino la persona de quien siempre se aprende que también se es libre cuando se dice no". Sastre, ayudado por tres jóvenes, sostuvo, durante el responso, una ikurriña con el anagrama KAS (Coordinadora Abertzale Socialista).
Babelia
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