Las clases medias

Don Manuel Fraga fue y lo dijo, con un par: "Estos Presupuestos son un ataque fiscal a la clase media". El señor Boyer encontró en seguida el diagnóstico del diagnóstico, o sea el contradiagnóstico: "Eso es poujadismo". El señor Poujade era un espontáneo de la política que salió en Francia, finales de los 40/50, levantando la bandera de lechuga de los mercados y la cesta de la compra frente al rigor de la política y de la Historia. Un demagogo de supermercado. Cuando un político se queda sin argumentos políticos, recurre a lo fácil, desde Boceaccio hasta hoy: lo caro que está todo y las hambres levantadas del personal (metafóricas y retóricas, claro). La verdad de la realidad de la vida está escrita hace mucho: "La rebelión del proletariado da el marxismo y la rebelión de la burguesía da el fascismo". O sea que, no a humo de pajas del pajar AP, donde no acaban de encontrar una aguja para hilar fino, dijo el señor Boyer, en otro paso de la función, que somos los herederos de "cuarenta años de fascismo, y no de cuatro o cinco, como otros países europeos". Pedro Laín lo advirtió cuando el Régimen: "El problema de la Universidad es el problema de las clases medias españolas". No se trataba sólo de un problema de matrículas. Quería decir Laín, subliminalmente (o, al menos, yo era un niño subliminal), que unas clases medias incultas, deseducadas o educadas en el tropo inmanentista que tanto denuncia Azaña en El jardín de los frailes, pueden recaer en fascismo.El sarao retórico de presentación de los Presupuestos, quiso convertirlo Fraga (más político que economista, como Carrillo, Suárez y así) en una fanatización de las clases medias contra el Gobierno socialista, como si no fuera éste un Gobierno de clase media. La fanatización potijadista de las clases medias puede hacerse desde el Poder (Hitler, en los ratos que le dejaba libres su Diario apócrifo). Y puede hacerse desde la Oposición, claro, mediante el lóbrego enfrentamiento de clases, que el señor Boyer, pese a ser un ministro estrictamente técnico, detectó en seguida: "Está usted partiendo España en clases", le vino a decir a Fraga. El roneo de AP y todo su ,"siglo de siglas", que diría Dámaso Alonso, es ahora la "proletarización y tercermundiz ación" de la clase medía por parte del PSOE. De lo que trata cualquir socialismo, real o irreal, como el nuestro, es de que el gentío viva mejor. Y las mejoras -muchas- que el gentío ha conseguido en los grandes sistemas capitalistas, nace de la maña Valéry Giscard D'Estaing: enterarse de qué promete la izquierda para ofrecerlo él antes, desde el Poder. La gran victoria de los socialismos modernos hay que buscarla dentro de los capitalismos please. Tiene uno escrito/reescrito que a Marx lo ha consagrado en él siglo la derecha, claro, desde la jornada de seis/ocho horas a los Marx/paperback del drugstore cultural. Es disolvente, insolvente, envolvente, tricornial de otros tricomios, afirmar que el psocialismo está "proletarizando" a las clases medias, cuando lo que buscan socialismo/capitalismo, en nuestro tiempo, es .aburguesar al obrero, y eso está hecho. Lo que no va a hacer el PSOE, claro, es repartir títulos ducales entre todos los jefes de planta fresadora. No es lo suyo, aunque los fresadores se lo merezcan. Querejeta me invita al estreno de Erice, el mayor poeta del cine español. El Sur. Bueno, pues en El espíritu de la colmena estaba lo que fue la proletarización intelectual de nuestra pequeña burguesía provinciana, en el cuarentaftismo y en los ojos cuajados y goyescos de Ana Torrent. El fraguismo, invencible y tan vencido, hace su último y más peligroso malabar, como Rafa el Brujo en Tribulete: prevenir a las clases medias de "proletariz ación". Pero los votos que ha subido Gerardín no son de clase media.

O sea que las clases medias -un 80% de España, dicen- siguen más cerca del profesor Laín que del profesor Fraga. Ay cuando la derecha autoritaria decide hacer -su lucha de clases. Fraga, más que analizar los Presupuestos, ha iniciado solemnemente el rearme nacionalnacionalista de sus clases medias.