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Jornadas Iberoamericanas en Madrid

Eduardo Galeano espera "un diálogo hacia adelante" en el encuentro cultural

Eduardo Galeano ha hecho una pausa en la tarea de exploración a que le obliga la escritura del segundo tomo de su obra Memoria del fuego, para venirse a participar en ese Encuentro en la democracia. Ha dejado de lado los enormes libracos en los que se sumerge en busca de la frase, la perla, el resplandor del pasado que ilumine el tiempo presente. El escritor y periodista uruguayo, exiliado actualmente en España, tiene ideas muy claras acerca de cómo deben ser las relaciones entre nuestro país y esa diversidad hirviente que es América Latina."En estos años de democracia, España, en su multiplicidad complicada y peligrosa, empieza a, descubrir su verdadero rostro múltiple, y algo parecido es lo que tiene que ocurrir con América, en donde todo es mucho más complicado que en este país, en donde hay muchos intereses enormes, toda una maquinaria montada para impedir que nazca: en donde hay toda una estructura del terror, el miedo de vivir, el miedo de ser, el miedo a cambiar, el miedo a nacer. Yo creo que a partir de la conciencia de que aquella es una realidad diferente con la que hay muchas cosas en común, no sólo la lengua que nos une, cosas que las entrañas conocen, y no sólo la razón..., se pueden hacer muchos avances. Y ahora, con un Gobierno socialista, se abre la posibilidad de que se entable, yo te diría que por primera vez, un diálogo de igual a igual entre aquella realidad y ésta de aquí".

Dice Galeano que este Encuentro puede servir para eso, "aunque también puede quedarse en el discurserío tradicional de la nostalgia imperial, en aquella concepción del hispanismo reaccionario según la cual la solución para los problemas de ahora está en el regreso al siglo XVI. El diálogo funciona de verdad cuando te permite caminar hacia adelante. Tanto España como América han sufrido deformaciones esenciales que nacen de la imposición de una verdad única, de una lengua única, de una religión única. Y eso que está en crisis en España, porque se descubre en su multiplicidad, está también en crisis en América, porque es una realidad todavía mucho más múltiple, que hasta ahora se ha negado a sí misma porque los que mandan se han empeñado en mantenerla presa en un sólo molde. Esos moldes están estallando".

Para él, se ha avanzado mucho en la convivencia, aquí, en este país, con los latinoamericanos del exilio. "Y se puede avanzar mucho más. Depende de la posibilidad de articular objetivos comunes para procesos que tienen mucho en común. Esta es para mí la clave. Que siempre se ha visto aquella realidad como refleja, y no lo es. España es sólo una de las madres de América Latina, pero tiene muchas otras".

Aunque, añade, "nosotros, los de mi generación por lo menos, estamos marcadísimos por este país, porque aprendimos a cantar con las canciones de la guerra civil española, y los poetas españoles de la generación del 27 tuvieron una influencia enorme: Machado, Alberti, Lorca, Salinas, Miguel Hernández... Fue una influencia real, viva. Lo que pasa es que, para que América sea, tendrá que redescubrir sus muchas fuentes, porque hay ahí también culturas negras, culturas indias que son deslumbrantes y que han sido ignoradas o sepultadas en los museos, despreciando las tradiciones que perpetúan una forma de vivir, de respetar a la naturaleza, que ahora están de moda en Europa. Porque cuando un indio guatemalteco le pide perdón al árbol que va a cortar, ¿eso es un acto de idiotez o de sabiduría?".

Respecto a la integración del intelectual exiliado, afirma que "el intelectual es un privilegiado, porque su exilio es especial. Aquí, lo que ha habido es un cierto desperdicio de posibles aportaciones, sobre todo en el área universitaria. Hay un sólo latinoamericano catedrático de universidad, Juan Bustos. No quiero decir que todos los que han venido sean brillantes, pero, bueno, es un poco penoso. También hay que tener en cuenta, claro, que éste es un país con dos millones y pico de parados. De todas formas, puede ser que ahora, con la ley de Asilo y con la nueva política del Gobierno socialista, las cosas se abran. Además, mucha gente se ha ido, ahora hay un reflujo del exilio, gente que está volviendo". Galeano sigue hablando. De América. De esos personajes que no están en los libros de historia y que va descubriendo en la Memoria del fuego.

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