Comenzaron las jornadas del CSIC sobre el síndrome tóxico
Angel Pestaña, coordinador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas para la investigación del síndrome tóxico, manifestó ayer su "esperanza de que estas jornadas sean un instrumento de trabajo que permita un mínimo de conclusiones", en el acto de apertura de aquéllas sobre las investigaciones de dicho organismo en torno al envenenamiento masivo, en el que "las anilidas grasas han jugado un importante papel".Los resultados del programa del CSIC, según el coordinador, "indican que las anilidas de ácidos grasos (que constituyen la sustancia extraña más abundante en los aceites fraudulentos conteniendo colza desnaturalizada con anilina) producen una respuesta inmune en el conejo, así como lesiones vasculares, musculares y nerviosas, con abundante infiltración de eosinófilos, que pueden ser superponibles con la patología de los seres humanos". Y añade que "estos resultados permiten establecer nuevas hipótesis de trabajo por las cuales pueden quedar aclaradas las causas y mecanismos patogénicos del síndrome tóxico".
A los asistentes se les han entregado dos volúmenes en los que se recogen los trabajos y comunicaciones solicitados. En su introducción, el coordinador narra el origen de estos trabajos: «Habíamos partido de la asociación epidemiológica del ST con el consumo de algunos aceites clandestinos distribuidos por circuitos paralelos y de la presencia de anilidas de ácidos grasos en algunos de ellos.Pero las incertidumbres de partida eran considerables, debido especialmente a la dudosa relación de causa efecto de las múltiples muestras de aceites sospechosos y a la ausencia de etiquetas o algún otro signo de identificación que permitiera el trazado retrospectivo de las partidas sospechosas hasta su origen común. Por otra parte, las razonables dudas respecto a las posibilidades toxicológicas de las anilidas y la confusión -por cierto, sin aclarar todavía- en torno a la presencia de anilidas en ciertas partidas de aceite del circuito catalán, en el que no ha habido víctimas". Pese a tales dificultades, Pestaña señala que, en la actualidad, "los datos permiten establecer sin ambigüedades el importante papel toxicológico jugado por las anilidas grasas".
