Pinochet reduce las posibilidades de retorno a Chile de los exiliados

El general Augusto Pinochet, presidente de Chile, excluyó ayer el retorno de todos los exiliados chilenos que abandonaron el país a consecuencia de la represión subsiguiente al golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende en septiembre de 1973 y disolvió la comisión interministerial que analizaba los expediente de retorno.

Por otra parte, las fuerzas de seguridad de Santiago de Chile realizaron ayer una redada masiva en un barrio obrero periférico de la capital chilena, en la que al menos 1.550 personas fueron detenidas según informaron fuentes oficiales

Soldados, policías y funcionarios de los servicios secretos (Central Nacional de Investigaciones CNI) cercaron en la primera hora de la madrugada el barrio popular "Nuevo Amanecer", en la comuna de Florida donde, según el diario santiaguino La Segunda, la actividad de la izquierda revolucionaria es muy intensa.

De acuerdo con las fuentes oficiales, trescientas personas del total de las arrestadas en el barrio, quedaron retenidas en las comisarías, donde son sometidas a interrogatorio. La policía aseguró haber hallado panfletos subversivos en los registros efectuados.

Comisión disuelta

"Sólo los que no constituyan un peligro para la comunidad podrán volver", dijo Augusto Pinochet ayer, día en el cual las autoridades de Santiago de Chile anunciaron la disolución de la comisión interministerial creada el pasado mes de octubre para estudiar caso por caso los expedientes de los chilenos exiliados en el extranjero que desean regresar a Chile.De la comisión recientemente disuelta formaban parte, como presidente, el ministro del Interior, general Enrique Montero, la ministra de Justicia, Mónica Madariaga, y los juristas Miguel Schweitzer, Eugenio Valenzuela y Ricardo Somarriva.

Esta comisión interministerial había autorizado recientemente el regreso a Chile de 125 exialiados, pero la Vicaría de la Solidaridad de la Iglesia católica manifestó su disconformidad por considerar que en esa lista figuraban dos personas que fallecieron, 31 más que fueron expulsadas, otras tantas se hallaban asiladas y a dos de ellas se les habían conmutado sendas condenas. El resto había abandonado Chile de forma normal y varios de los ahora autorizados a regresar desconocían que tuvieran prohibido anteriormente el regreso.

Las declaraciones del jefe del Estado, así como la decisión de disolver la comisión mixta se interpretan en medios de la oposición chilena como síntomas del endurecimiento de las posiciones políticas del régimen, a consecuencia del creciente enfrentamiento social contra sus directrices, cada vez contestadas por un mayor número de sectores sociales.

Al respecto se recuerda el reciente exilio forzoso a Río de Janeiro del líder sindical Manuel Bustos, dirigente máximo de la Coordinadora Nacional de Sindicatos, del líder de la Cosntrucción Héctor Cuevas y de Carlos Podlech, dirigente de la patronal de los propietarios de trigo, así como el reciente ultimátum lanzado contra el Gobierno por el poderoso sindicato de propietarios de camiones y la exigencia de la condonación de las deudas contraídas por miembros de estos sectores, que no pueden pagarlas.