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La Unión Soviética reacciona con precaución ante el incremento de la oferta norteamericana de cereales

Pilar Bonet

La cantidad de trigo que la URSS comprará a Estados Unidos en los próximos doce meses resulta incierta tras las negociaciones que han mantenido representantes de Washington y Moscú en Viena.Los representantes norteamericanos comunicaron a los soviéticos la oferta del presidente Reagan de aumentar la venta de cereales hasta veintitrés millones de toneladas métricas de maíz y trigo en el plazo de los próximos doce meses, pero no obtuvieron una respuesta definitiva de la URSS informaron fuentes norteamericanas. La oferta de Reagan fue realizada en una alocución radiofónica a los granjeros estadounidenses, que se enfrentan en la actualidad a excedentes de cereales y disminución de los precios.

La iniciativa del presidente ha provocado críticas, tanto en Estados Unidos como en Europa. En Washington se le acusa de maniobra electoral, con objeto de ayudar a los republicanos de los Estados agrícolas. En Europa se ha hecho hincapié en la incoherente doble moral comercial de la Administración norteamericana, que se opone a la participación europea en el gasoducto soviético, mientras, al mismo tiempo, incrementa sus ventas de cereales a Moscú.

El jefe de la delegación estadounidense en Viena, el subsecretario de Agricultura para Asuntos Internacionales, Seeley Lodwick, manifestó el viernes en una conferencia de Prensa que las conversaciones habían tenido carácter consultivo y que la falta de acuerdo no significa que los soviéticos hayan rechazado la oferta norteamericana.

Lodwick dijo que esperaba la continuación de cuantiosas importaciones de cereales por parte de la URSS, en vista de las medidas tomadas para incrementar la cría de ganado y la mejora de la capacidad importadora de cereales.

Según el representante norteamericano, la URSS no ha podido determinar cuál es la cantidad de cereales que necesita importar de Estados Unidos porque falta conocer los resultados de las cosechas del sur del país.

Los acuerdos vigentes actualmente en el comercio de cereales entre la URSS y Estados Unidos establecen la compra de un máximo de ocho millones de toneladas métricas, sin necesidad de permiso previo del Gobierno de Estados Unidos.

Tras la suspensión de las negociaciones del jueves en Viena, el jefe de la delegación soviética, viceministro de Comercio Exterior Boris Gordew, manifestó que, como cualquier hombre de negocios, él también trataría de "comprar barato y vender caro".

Durante los últimos doce meses, la URSS compró 6,1 millones de toneladas métricas de trigo y unos 7,6 millones de toneladas métricas de maíz a Estados Unidos, manifestó el representante estadounidense, Lodwick.

En medios económicos de la capital austriaca se cree que la URSS, que ha vivido cuatro años consecutivos de mala cosecha, comprará al menos una parte de los quince millones de toneladas ofrecidos por Reagan.

Según cálculos occidentales, la cosecha de cereales soviética supone este año un total de 180 millones de toneladas métricas, cifra por encima de la cosecha de 1981 y por debajo de las expectativas del plan quinquenal.

Según estas fuentes, la URSS puede verse obligada a importar 39 millones de toneladas de cereales el año próximo. En 1981 tuvo que importar 45 millones de toneladas métricas.

Las negociaciones celebradas en Viena se han centrado en la operación comercial de venta y no han tratado las sanciones norteamericanas contra los países del Este europeo, manifestó el representante estadounidense, quien negó que su país vaya a proporcionar créditos garantizados por el Estado para la compra de cereales.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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