'Demonios en el jardín' de Gutiérrez Aragón obtiene en reñida votación el Premio de la Crítica Internacional

ENVIADO ESPECIALDemonios en el jardín, de Manuel Gutiérrez Aragón, obtuvo ayer, día de la clausura del XXX Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el Premio de la Crítica Internacional.

Este famoso galardón, tal vez el de mayor credibilidad en este tipo de certámenes, fue discernido mediante voto público por 72 críticos y cronistas de cine. Demonios en el jardín obtuvo veintitrés votos y fue seguida muy de cerca por el filme francés de Bertrand Tavernier Coup de torchon, que obtuvo veintidós votos. Las restantes películas nominadas fueron la española Laberinto de pasiones, de Pedro Almodóvar; la alemana Fitzcarraldo, de Werner Herzog, y la mexicana Campanas rojas, del ruso Bondartchuk.

Un amago de escándalo se produjo durante la lectura del acta, montado alrededor de un voto en blanco que la delegación francesa pretendía a favor del filme francés. Dicho voto, sin embargo, fue comprobado y hasta se consultó con quien lo envió, que lo declaró efectivamente en blanco, desmontándose la maniobra.

El premio de Nuevos Realizadores fue a parar a Volver, de Lipszyc. El segundo premio fue para Héctor, de Carlos Pérez Ferré. El tercero recayó en Picasso nostro, de María Lluisa Borrás; el premio especial Alfonso Sánchez lo ganó Sciopen, del italiano Luciano Odorisco. El Ateneo guipuzcoano premió a Coup de Torchon, mientras el Premio Loewe se inclinó hacia Demonios en el Jardín.

El Premio de la Oficina Católica Internacional del Cine se concedió a Fitzcarraldo, de Herzog. El Premio de la Cruz Roja a los valores humanos y solidarios benefició, insospechadamente, a la norteamericana E. T., filme invitado y, por consiguiente, imposibilitado para entrar en liza en cualquier tipo de premio. Mariano Ferrer, jefe de Prensa del festival, durante la lectura del acta, advirtió que dicha concesión podría ser impugnada a causa de ilicitud, en cuyo caso el premio iría a parar al filme argentino de Fernando Ayala Plata dulce, que se quedó en segundo lugar, con dos votos menos. Finalmente, el premio a la mejor fotografía, de la Sociedad Fotográfica de Guipúzcoa, fue otorgado a Jordi Morrajas y Federico Rives, autores de la fotografía de Héctor, de Pérez Farré.

En la sesión de clausura, además de E. T., de Steven Spielberg, que hizo las delicias de la concurrencia como película invitada, se proyectó Oltre la porta, de Liliana Cavani, que ha sido acogido con indiferencia y que da otro mordisco al cada vez más deteriorado prestigio de esta realizadora italiana, que sigue sin saber cómo hay que contar una historia en imágenes, cosa irremediable a su edad.

La sesión de clausura, con participación de todas las estrellas y asteroides aquí reunidas, registró no pocos altercados políticos y tumultos callejeros, así como una presión ambiental sobrecargada ante los sucesos de ayer en San Sebastián y la conmemoración hoy, lunes, por los nacionalistas radicales del Día del Soldado Vasco, en la fecha del fusilamiento de los etarras Txiki y Otaegui.