Los europeos acusan de doble juego a Washington por la prórroga del acuerdo de venta de cereales a la URSS

El enfrentamiento entre Estados Unidos y sus aliados europeos experimentó ayer una subida de tono con el anuncio por la Administración Reagan de su decisión de prorrogar durante un año el acuerdo de venta de cereales a la Unión Soviética. Para los europeos, que se ven presionados por Washington para que limiten su comercio con la URSS, especialmente en sus ventas de material y tecnología para la construcción del gasoducto siberiano, existe una obvia contradicción entre lo que Reagan proclama y lo que hace.

En un capítulo paralelo de la misma guerra, los portavoces económicos de la Casa Blanca proclamaron ayer la solidez de la recuperación de la economía norteamericana y la certificación de la baja en curso de los tipos de interés.El presidente norteamericano, Ronald Reagan, ha decidido prolongar por un año más el acuerdo para la venta de cereales a la Unión Soviética, según informó el lunes la cadena de televisión CBS. Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Agricultura norteamericano confirmaron la veracidad del informe, pero un portavoz de dicho departamento dijo que era inminente un anuncio por parte de Reagan en torno a este tema.

Según la CBS, fuentes del Congreso norteamericano dijeron que Reagan recibió una propuesta formal sobre la venta de cereales a la Unión Soviética en una reunión del Gabinete celebrada el pasado día 15. Las ventas de cereales a la Unión Soviética fueron embargadas en 1980 por el entonces presidente norteamericano Jimmy Carter, como represalia por la invasión armada soviética en Afganistán.

La medida fue criticada por Reagan durante su campaña para la presidencia de Estados Unidos. En 1981, Reagan decidió prolongar por un año más el embargo -que originalmente era de cinco- para ventas de cereales a la Unión Soviética. Reagan justificó la suspensión del embargo repitiendo las afirmaciones de su campaña presidencial, en el sentido de que la medida de Carter no perjudicaba a los soviéticos, sino a los granjeros norteamericanos.

Los aliados europeos de Estados Unidos han criticado la dualidad de Reagan en el tema de las transacciones comerciales con los soviéticos, especialmente después de que Reagan amenazara con sanciones para quienes contribuyan a la construcción del gasoducto siberiano.

En esta misma línea, el ministro de Economía de la República Federal de Alemania, Otto Lambsdorff, dijo en una entrevista por radio que su país no tiene previsto cortar las exportaciones de acero a Estados Unidos como parte de un acuerdo para solventar la disputa que ha surgido entre la Comunidad y EE UU por la cuestión de las exportaciones comunitarias a este país.

Lambsdorff, que está manteniendo conversaciones en Estados Unidos, dijo que la industria alemana del acero ha sido gravemente perjudicada por las subvenciones que otros países europeos han venido concediendo a sus industrias siderúrgicas. Los Gobiernos de los países comunitarios convinieron el pasado fin de semana presentar una propuesta global a Washington, encaminada a resolver el contencioso del acero en las próximas dos semanas, que se ha creado por la introducción en EE UU de barreras antidumping.

El contencioso se ve incrementado por la posible decisión norteamericana de llevar ante los tribunales el tema de la imposición de sanciones a los países que fabriquen turbinas para el gasoducto siberiano. Este contencioso podría causar graves perjuicios a las relaciones transatlánticas.

Bajan los tipos

Tanto el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Donald Regan, como el presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, esperan que los altos tipos de interés norteamericanos desciendan lo suficiente como para permitir una recuperación de la economía de Estados Unidos este otoño. El tipo de interés preferente (prime rate) experimentó el lunes una nueva baja de medio punto, con lo que se coloca en el 15,5%."Espero que vayamos hacia una recuperación de nuestra economía", declaró Regan en el programa de la cadena de televisión CBS Frente a la nación. "Decididamente, pienso que van a descender los tipos de interés", añadió el secretario del Tesoro.

Por su parte, el presidente de la Reserva Federal señaló, también en una entrevista para la televisión, En programa esta semana, de la cadena ABC: "Espero que tengamos una recuperación del consumo". "Pienso que de tener éxito en la reducción de la inflación, y debemos pensar que la tendencia apunta claramente en esa dirección, los tipos de interés van a reflejar esta tendencia dentro de un cierto tiempo", afirmó Volcker.

Algunos economistas privados han argumentado que el fuerte recurso al crédito por el Tesoro este otoño podría crear una presión alcista sobre los ya altos tipos de interés, opinión esta no compartida por Voleker.

"Tenemos un gran mercado de crédito", señaló Volcker, aiíadiendo: "Pienso que es posible hacer que la financiación del déficit, en el importante volumen que tiene, pueda originarse en este mercado sin crear una presión alcista sobre los tipos de interés".

En el curso de la misma entrevista, el secretario del Tesoro de Estados Unidos señaló que la Administración podría pronosticar un déficit presupuestario de entre 110.000 a 114.000 millones de dólares para el próximo año fiscal cuando haga pública su revisión económica semestral, a finales deesta semana. Algunos analistas privados han señalado que esta previsión del déficit se basaba en supuestos económicos muy optimistas, que podrían no darse.