Galtieri, depuesto de la presidenciaargentina por sus compañeros de armas
La desastrosa aventura militar en las islas Malvinas costó ayer el poder al presidente argentino, general Leopoldo Galtieri, quien fue depuesto por sus compañeros de armas de sus cargos de jefe del Estado, presidente de la Junta Militar y de comandante en jefe del Ejército de Tierra, y pasará a la situación de "retiro voluntario". El general Cristino Nicolaides, comandante del primer cuerpo de Ejército, con sede en Buenos Aires, y considerado como un "duro", le sustituirá al frente del Ejército, mientras que la presidencia de la República será ocupada interinamente por el ministro del Interior, general Alfredo Saint Jean.
La sustitución de Galtieri causó sorpresa en Buenos Aires, donde se esperaban cambios políticos de importancia tras la derrota sufrida por el ejército argentino en las Malvinas, pero parecía que la Junta Militar iba a mantenerse en el poder durante algún tiempo. Los otros dos integrantes del triunvirato, el brigadier Basilio Lami Dozo, comandante de la Fuerza Aérea, y el almirante Jorge Anaya, jefe de la Marina de guerra, seguirán en sus ,cargos y, junto con Cristino Nicolaides, designarán en los próximos días a un nuevo presidente.,Soldados en uniforme de combate tomaron posiciones a primera hora e la tarde ante el palacio presidencial de Buenos Aires, en la plaza de Mayo, cuando ya eran muy intensos los rumores sobre "cambios inminentes en la cabeza del poder".
Numerosos rumores circulaban anoche en Buenos Aires, entre ellos que el hasta ahora presidente estaba en el campamento militar de Campo de Mayo, a unos 30 kilómetros de la capital, virtualmente bajo arresto. Más tarde, se comprobó que Galtieri había regresado a la sede presidencial de Casa Rosada y celebraba allí algunas audiencias.
En cualquier caso, parece que el cese de Galtieri, forzado por las circunstancias, se ha debido a que quedó en absoluta minoría durante la prolongada reunión de generales del Ejército que se celebró en la noche del miércoles y la madrugada del jueves para analizar la situación política y militar creada tras el humillante desenlace de la aventura de las Malvinas.
La insistencia del general Galtieri en continuar a toda costa la guerra contra el Reino Unido y su negativa a aceptar el acta de rendición que firmó en Puerto Stanley el gobernador militar del archipiélago, general Benjamín Menéndez, parece haber sido una de las principales razones de su sustitución. Informaciones periodísticas señalaban ayer que durante una reunión de 14 generales del Ejército de Tierra, 12 de ellos se inclinaron por detener totalmente las hostilidades y buscar algún tipo de negociación diplomática con Londres. Sólo el propio Galtieri y Nicolaides se opusieron y este último fue ganado para la causa mayoritaria con la oferta de formar parte del triunvirato.
En su discurso televisado del pasado martes, Galtieri dijo simplemente que "el combate de Puerto Argentino ha finalizado", pero no informó al país de la capitulación de sus tropas ante los ingleses. Además, el ex presidente advirtió que si el Reino Unido intentaba reimponer la situación colonial en las Malvinas no habría "seguridad ni paz definitiva". El gobierno de Margaret Thatcher exige como condición para liberar a los millares de prisioneros de guerra argentinos que Buenos Aires garantice que cesarán las hostilidades en el Atlántico Sur. Galtieri se negaba a dar tales garantías.
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El relevo del presidente Galtien abre un proceso de cambio en el régimen militar argentino
Viene de la primera página
En las reuniones celebradas en los últimos días por los jefes militares de los tres ejércitos se analizó no sólo el curso de la guerra con el Reino Unido, sino también el proyecto de democratización del país, que debe iniciarse en los próximos días con la promulgación del Estatuto de los Partidos Políticos. El cese del general Galtieri y la designación de su sustituto en la presidencia pueden ser decisivos para el curso que tome este proceso de "institucionalización".
Las primeras reacciones de los partidos políticos argentinos ante la inesperada sustitución del presidente coincidieron en señalar que este suceso debe servir para acelerar la transición a la democracia. La figura que sea designada para la presidencia de la República, presumiblemente un militar, dará un primer indicio de hacia dónde deriva la situación política argentina y de si el eufemísticamente llamado "proceso de reorganización nacional", es decir, la dictadura militar implantada en 1976, está a punto de terminar o no.
La noticia del cese de Galtieri se difundió poco después de las diez de la noche, hora de Madrid, a través de un escueto comunicado en el que se anunciaba que el comandante en jefe del Ejército había decidido "pasar a la situación de retiro voluntario". Su cese en este cargo supone también que deja de pertenecer a la Junta Militar gobernante y de desempeñar la presidencia de la República.
El general Cristino Nicolaides, que sustituye a Galtieri al frente del Ejército de Tierra, era el jefe del Primer Cuerpo de Ejército, con sede en Buenos Aires. Está considerado como un duro, y declaró recientemente que la subversión está todavía latente en la sociedad argentina, pese a la dura represión ejercida entre 1976 y 1980.
Nicolaides, de origen griego y de 57 años de edad, asumirá su cargo hoy, viernes, en la jefatura de su cuerpo de ejército, en el bonaerense barrio de Palermo. No hace mucho que declaró que la finalidad del "proceso", o régimen militar, era asegurar la instauración de una democracia en Argentina "cuando se hayan dado las circunstancias adecuadas". El nuevo comandante en jefe del Ejército pasa, por razón de su cargo, a ser miembro de la Junta Militar, y será, por tanto, uno de los militares que designen al próximo presidente argentino.
El general Saint Jean, de 56 años, era uno de los nombres que más sonaban para el futuro político argentino y ha tenido a su cargo la redacción del Estatuto de los Partidos Políticos. Considerado como aperturista, pasa ahora a ser el sexto presidente del régimen militar, tras Videla, Viola y Galtieri y las presidencias interinas de Liendo y Lacoste.
Intensas consultas se celebraban anoche en los ámbitos castrenses para designar al nuevo presidente, que podría ser incluso el mismo general Saint Jean. En cualquier caso, existen pocas dudas de que el designado deberá pertenecer al Ejército de Tierra. Saint Jean es del arma de Caballería y Nicolaides de la de Ingenieros.
El papel protagonista jugado por la Fuerza Aérea en la guerra de las Malvinas podría quizá dar alguna posibilidad al brigadier Lami Dozo, que ha hecho muchas declaraciones políticas en los últimos tiempos y que dijo ayer, al salir de una reunión con los generales de aviación, que Argentina necesita cambios "aquí y ahora".
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