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El Ministerio de Cultura tramita las primeras 58 solicitudes de salas de cine pornográfico

Interior considera 'urgente' la regulación de estos espectáculos públicos

La autorización por decreto el pasado mes de enero de las salas X, destinadas a exhibir filmes del género llamado porno duro, o hard porno -que cuentan ya con 58 solicitudes formales de instalación en todo el territorio español- y la intención de elevar al Consejo de Ministros, por parte del Ministerio del Interior, un proyecto de decreto que regule la existencia de tiendas denominadas sex shop, son el trasfondo legislativo que ha desencadenado una serie de medidas gubernativas de urgencia para regular las actividades de carácter pornográfico. Al borrador de estas futuras medidas, que dió a conocer el pasado día 28 el Ministerio del Interior, se añaden ya algunas reacciones de entidades públicas y privadas sobre esta vidriosa materia.

El Ministerio del Interior, en una nota hecha pública al día siguiente de la publicación de ese borrador de decreto para regular las actividades pornográficas, considera que estas medidas deberán ser revestidas del carácter de urgente, dada la necesidad de adoptar iniciativas de actuación concreta en este terreno.

Tarragona se adelanta

El Gobierno Civil de Tarragona, en consonancia con esta llamada a la urgencia, ordenó el pasado día 29 de abril la retirada de la publicidad y de la cartelera de ciertas películas, por considerarlas "agresivas contra la sensibilidad de la sociedad en general". Dicha retirada la fundamentó el Gobierno Civil de Tarragona en el estatuto de la publicidad y en el artículo 20 de la Constitución. La orden abarca a todos los cines de la provincia.En enero de 1979, Fernando Castedo, que entonces estaba al frente de la subsecretaría del Ministerio de Cultura, mostró su desacuerdo con otro proyecto similar del Ministerio de Interior, en base a que confundía e identificaba la películas denominadas S, de contenido erótico, pero con permiso de exhibición en salas comerciales, con las películas llamadas X, cuyo contenido es el porno duro o hard, dirigidas a salas especiales, destinadas exclusivamente, por el citado decreto de enero de 1982, a la exhibición de este tipo de filmes.

En este sentido, y mediante una nota circular dirigida ayer a todos sus delegados provinciales, el Ministerio de Cultura ha tomado una posición similar a la de Interior, apartándose de la línea esbozada en 1979 por Fernando Castedo. En esta circular se recuerda a los delegados provinciales de Cultura que habrán de extremar su vigilancia en el cumplimiento de todas las normas vigentes en materia de publicidad cinematográfica, así como intensificar su colaboración con el gobierno civil respectivo. Al igual que el documento del Ministerio de Interior, la circular de Cultura alude al artículo 20 de la Constitución, que reconoce el derecho "a la protección de la juventud y la infancia".

Reticencias

Algunos exhibidores y cineastas han manifestado algunas reticencias respecto del borrador de decreto del Ministerio del Interior, así como la necesidad de matizar el tipo de filmes a que afectan las medidas prohibitivas. A juicio de estas personas, una actitud prohibitiva amplia y carente de matizaciones se presta a confundir filmes de contenido erótico, que pueden ser auténticas obras de arte, con los productos de consumo pornográfico y en especial el porno duro. Este debate, que ya fue iniciado en 1977 con motivo de la regulación de la exhibición de filmes eróticos o S, puede ahora recrudecerse.En relación con este último tipo de filmes, el Partido Feminista de Cataluña ha iniciado una campaña de recogida de firmas contra la aprobación de exhibición de películas pornográficas duras en España, promoviendo una petición masiva de derogación del decreto de enero de este año, en que se aprobó y reguló la existencia de salas X, destinadas a su exhibición exclusiva.

Por su parte José Frade, productor, distribuidor y exhibidor de muchas películas denominadas S manifestó a EL PAIS que no le preocupa la promulgación de este decreto "ya que no me dedico a promocionar este tipo de filmes. Cree, que el cine es un arte que no hay que mezclarle con la pornografía. De todas formas no estoy de acuerdo con la ley que se aprobó en el Congreso. Esos señores no entienden nada de la industria del cine y ahí se confundieron. Pero cuando una ley se aprueba mayoritariamente mi opinión personal vale muy poco".

Madrid a la cabeza

Fuentes del Ministerio de Cultura han informado a este periódico que desde la promulgación del decreto de enero de 1982, por el que se reguló la instalación de salas X en España, se han producido hasta el momento 58 solicitudes, diez de las cuales son para Madrid, algunas menos para Barcelona y el resto para capitales de provincia y ciudades menores, la mayoría localizadas en la costa mediterránea, y sobre todo catalana. Entre las ciudades que han solicitado salas X están Sabadell, Tarrasa, Mataró, Manresa, Cornellá, Benidorm, Elda y otras poblaciones españolas de distinta entidad.Según el decreto de enero de 1982, estas salas no podrán exceder en capacidad a doscientas localidades y se concederá el permiso de instalación de acuerdo con dos haremos diferentes. En las ciudades grandes se autorizará una sala de este tipo por cada diez comerciales -lo que en Madrid, que cuenta con 190 salas comerciales, supondría un máximo de diecinueve salas dedicadas al porno duro-, mientras que en las pequeñas se autorizará una sala X por cada tres comerciales.

Largo sueño

Después de una larga temporada en que el tema del porno parecía dormir un largo sueño, la iniciativa del Ministerio del Interior de legislar sobre este tipo de espectáculos públicos ha desencadenado una serie de posturas encontradas que se sintetizan en el comunicado que ayer hizo público el Ministerio de Cultura, por una parte, y en la que mantienen exhibidores y productores, inquietos por el alcance que puede tener esta medida restrictiva, que Interior quiere hacer cumplir por la vía del real decreto.En todo caso, el Ministerio de Cultura juzga necesaria la regulación porque según este departamento la pornografía se da ya, en el marco de espectáculos que se proponen como pornográficos.

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