Los aspectos culturales de la obra de Ramón y Cajal, recuperados por figuras del pensamiento y de la ciencia
Ayer se inauguraron en Madrid una exposición y un ciclo de conferencias sobre el premio Nobel de Medicina
Los aspectos menos conocidos de la personalidad y la obra del premio Nobel de Medicina, Santiago Ramón y Cajal, ajenos a su especialidad científica, tales como la educación, la fotografía o el arte, van a ser recuperados en el transcurso de esta semana mediante un ciclo de conferencias, inaugurado ayer en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, que contará con la participación de prestigiosas riguras de las ciencias y las letras. Paralelamente se expone desde ayer en la galería La Kábala de la capital de España la primera muestra destinada al gran público de pinturas y objetos personales de Cajal.
Dos razones han impulsado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas y al Instituto de Cooperación Iberoamericana, según explicaciones de estos organismos, a promover estas actividades: dar a conocer los aspectos menos divulgados de la labor de Cajal y la comprobación de que la filosofía científica y vital del médico español tiene cada día una mayor vigencia"."Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los pueblos civilizados, cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y de nuestro cerebro". Si la obra de Santiago Ramón y Cajal conserva plena vigencia en el plano estrictamente científico, como se han encargado de demostrar últimamente determinados especialistas, estas palabras, escritas por Cajal en 1922, demuestran que su interpretación y, aplicación de la cultura no ha perdido tampoco actualidad.
Hasta hace unas semanas Ramón y Cajal (1852-1934) era "un ilustre desconocido para la mayoría de los españoles", como dijo José María Forqué, director de la serie de televisión Ramón y Cajal, que se emitió eri la segunda cadena. A raíz de esta interpretación televisiva que protagonizó Adolfo Marsillach la figura de Cajal descendió a la conciencia del hombre de la calle. La recuperación de la obra de Cajal ha pasado también últimamente por una exposición de estampas de Valencia en la que figuraron obras realizadas entre 1840 y 1930 de 130 fotógrafos. Uno de estos fotógrafos era Santiago Ramón y Cajal.
Dos hijos de Ramón y Cajal, Pilar y Luis, y la que fue primero su secretaria y más tarde biógrafa Enriqueta Lewy Rodríguez, presentes en el acto de inauguración del homenaje, se sentían "satisfechos de la actitud de reconocimiento de la persona y la labor de don Santiago". Incluso valoraron como positiva, excepto en algunos detalles secundarios como el del temblor de manos, la versión que había dado TVE sobre el científico español. "Naturalmente el protagonista de aquella serie no se pare cía a mi padre", dijo Luis Ramón y Cajal, "pero en lo esencial la imagen de mi padre ha sido fiel en la película y me alegra que, aunque un poco tarde, se haya recuperado su memoria".
Emilio Muñoz, vicepresidente del CSIC presentó a Santiago Ramón y Cajal como ejemplo de hombre científico y como un se excepcionalmente preocupado por la cultura y por la modernidad". "Tenía alma de artista", dijo, "y llegó a ser médico, pensaba en lo más profundo en ser filósofo y se hizo investigador". Tras recordar que Ramón y Cajal obtuvo un premio de literatura en la universidad de la Sorbona Emilio Muñoz leyó una carta del también premio Nóbel de Medicina y español, Severo Ochoa.
El profesor Ochoa, que investiga y enseña en Estados Unidos, explicaba en su carta que aunque todos los aspectos de la vida de Cajal habían sido fascinantes, en él había influído decisivamente la lectura del libro de Cajal Historia de mi labor científica, hasta tal punto que se dedicó a la vocación científica tras la lectura de esta obra. El profesor Ochoa añadía en su carta que Ramón y Cajal fue en España un hecho insólito.
El director en funciones del Instituto Ramón y Cajal, del CSIC, Adolfo Toledano, se quejó de la falta de medios económicos oficiales incluso para poner a disposición del público que no es investigádor "los fondos cajalianos" (escritos, dibujos, fotografías) del Instituto y pidió ayuda para preparar "como es debido", en 1984 el cincuenta aniversario de la muerte de Ramón y Cajal.
José Manuel Rodríguez Delgado, director del departamento de Investigación del centro Ramón y Cajal de la Seguridad Social, afirmó, por su parte, que había que desmitificar a Cajal de acuerdo con su propia voluntad y estilo. "Como mucho" dijo "hay que hacer de él un mito asequible. Severo Ochoa también ha destruído ese mito que se ha creado sobre su persona".
Los profesores Antonio Fernández de Molina y Dionisio Nieto, éste último venido de México para esta ocasión, destacaron también la vigencia de la obra de Cajal.
La exposición sobre creaciones personales de Cajal que fue inaugurada ayer es prácticamente inédita. Ha sido posible gracias a las prestaciónes de la familia y del Instituto Ramón y Cajal. En ella se incluyen veinte dibujos de histología y otros artísticos, sobre todo pictóricos, entre los que se encuentran dos óleos de especial valor pintados por Cajal.
Babelia
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