La leche materna de las mujeres españolas está altamente contaminada por pesticidas
La contaminación por pesticidas alcanza en España el índice más alto de todos los países occidentales, según se puede deducir de un estudio realizado por el departamento de contaminación ambiental del Instituto de Química Orgánica, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
«La frase de que la leche materna no se podría envasar y comercializar porque Sanidad no podría autorizar un producto tan contaminado es totalmente cierta»,. afirmó a EL PAIS Luis Hernández, miembro del mencionado departamento, que dirige el profesor Baluja, y que firma este trabajo junto con las químicas María del Carmen Rico y María José González.En un cuadro confeccionado por estos investigadores con datos proporcionados por científicos de otros países, España ocupa el cuarto lugar, detrás de Argelia, Guatemala y Polonia. La gravedad de la contaminación por pesticidas en España es mayor aún, si cabe, si se tiene en cuenta que los datos referentes a los otros países son de los años 1970 a 1974, cuando el DDT aún no había sido prohibido en el mundo o acababa de serio, mientras que los datos de España están extraídos de análisis de leche materna efectuados en 1981, es decir, varios años después de que esta prohibición entrara en vigor en España.
El estudio fue realizado investigando veinte muestras de leche humana recogidas en Madrid durante los meses de abril a julio de 1981. Los resultados han demostrado que, mientras las cantidades de lindano ingeridas diariamente por los lactantes son del orden de cuatro veces inferiores a las máximas aceptables según los criterios estipulados en 1972 por la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niveles de heptacloro epóxido, dieldrín y DDT exceden en 1,29, 4,86 y 8,12 veces, respectivamente, el límite máximo admisible.
Durante la pasada década fueron realizados en numerosos países estudios tendentes a evaluar los niveles de contaminantes organoclorados presentes en la leche humana. Estas investigaciones tienen gran interés no sólo por la información que aportan acerca del grado de acumulación en el organismo humano de este tipo de compuestos, sino también por servir para cuantificar la magnitud de la ingestión diaria de residuos organoclorados por parte de los bebés que utilizan de forma exclusiva este alimento durante su etapa de lactantes. Sin embargo, hasta ahora no se había realizado en España ningún trabajo serio sobre este tema, excepción hecha de los estudios de los investigadores Repetto, en 1975, y Pozo, en 1979, que provocaron las primeras alarmas públicas sobre el alto contenido de DDT y otros pesticidas prohibidos en la leche materna y en el resto de los tejidos del organismo humano.
Para realizar sus experimentos, el equipo del departamento de contaminación ambiental del Instituto de Química Orgánica General (CSIC) escogió a mujeres radicadas en un medio urbano, porque en este ambiente las personas se encuentran sometidas a una exposición mucho más homogénea que en los medios rurales, en los que las dosis varían mucho según la época. En los períodos en los que se realizan los tratamientos fitosanitarios de las cosechas, los campesinos llegan a estar expuestos a dosis muy elevadas.
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