El general Galtieri inicia en Argentina un Gobierno"firme" y "riguroso"

El nuevo presidente argentino general Leopoldo Galtieri, tomó ayer juramento al nuevo Gobierno militar del país latinoamericano, el tercero desde el golpe de Estado que en marzo de 1976 derrocó a lsabel Perón.

Galtieri, hombre fuerte del régimen, sucede en la presidencia de la República, y durante un mandato que se acabará en marzo de 1984, al general Roberto Viola, desalojado de la Casa Rosada por los mismos que le habían colocado en ella hace ocho meses. El cambio constituye una auténtica "revolución de palacio", decidida por los jefes de las tres armas que constituyen la Junta y aprovechando que a Viola le fue descubierta una insuficiencia cardiaca.

El nuevo presidente, de 55 años, prestó juramento ante la Junta de la que sigue siendo miembro, e inmediatamente después se lo tomó a sus ministros, que deben imprimir un cambio de rumbo a la economía y la diplomacia argentinas.

Galtieri es partidario de una política "firme" y "rigurosa", con un ministro de Economía, Roberto Alemann, que tiene como principal objetivo la inflación, y otro de Asuntos Exteriores, Nicanor Costa, adversario del no alineamiento de su predecesor y partidario de estrechar vínculos con EE. UU.

Durante un año todavía permanecerá Galtieri como miembro de la Junta, a la vez que presidente. Sus poderes serán mucho mayores que los de Viola, a quien la Junta no había dejado más que un margen de maniobra muy estrecho.

Por el contrario, la situación económica y social es peor que cuando Viola entró en la Casa Rosada. La inflación será del 120% en 1981, la deuda exterior alcanza los 35.000 millones de dólares.