Endurecimiento de la represión política en Argentina
La autoridades policiales argentinas han detenido a más de medio centenar de comunistas, que fueron liberados posteriormente -algunos después de ser torturados- y prohibido un congreso del peronismo, la primera fuerza política del país. Podría tratarse de los primeros signos de radicalización que anuncian la llegada a la Presidencia argentina del general Leopoldo Galtieri.En medios informados de Buenos Aires se consideraba ayer que el presidente Roberto Viola, seriamente enfermo, puede dimitir de sus funciones antes del fin de semana.
El jefe del Estado, hospitalizado por problemas cardiacos, seria sustituido por Galtieri, jefe supremo del Ejército y el militar con más fama de halcón de entre los que integran la Junta de Gobierno.
La policía política registró tres sedes del Partido Comunista de Buenos Aires y detuvo a 61 dirigentes y militantes por presuntas infracciones de la ley de Seguridad del Estado y tenencia ilícita de armas, que, al parecer, resultaron ser de fogueo, porque poco tiempo después los detenidos recuperaban su libertad.
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