Reagan refuerza los lazos militares con las dictaduras latinoamericanas

Con el voto unánime del Senado para cancelar las restricciones que, desde 1967, impedían la venta de material militar norteamericano a Chile, la Administración Reagan dio un nuevo paso en su estrategia de reforzar los lazos militares y económicos con los países latinoamericanos, al margen de sus regímenes políticos. Washington mantiene también el programa para la venta de aviones de caza F-16 a Venezuela, al tiempo que prosperan las críticas contra el Gobierno de Nicaragua.

El senador demócrata Edward Kennedy intentó mantener el embargo de Estados Unidos para la venta de material militar a Chile país donde consideró que continúan violándose los derechos humanos. Pero las tendencias conservadoras del actual Senado norteamericano afirmaron que la situación "ha mejorado" en Chile. Añadieron que otros países exportadores de armas ocupan el vacío dejado por EE UU, penalizando a la economía estadounidense.

Hace un mes, el Senado también levantó las restricciones para ventas de armas a Argentina, impuesta en época del demócrata Jimmy Carter, en señal de protesta por los regímenes dictatoriales del Cono Sur latinoamericano.

En relación con Nicaragua, la Administración Reagan, desde el Departamento de Estado al Congreso, pasando por la Casa Blanca, incrementa sus críticas al régimen de Managua, acusándole de moverse en una dirección equivocada hacia la confrontación, represión e intimidación de las personas opuestas al régimen sandinista.

El Senado aprobó también una ayuda de 33 millones de dólares para Nicaragua, destinada al sector privado. Pero el senador demócrata Edward Zorinski, recordando las recientes detenciones en Nicaragua de empresarios privados, pidió cancelar la ayuda, ante la imposibilidad de controlar que el dinero facilitado por EE UU irá a la empresa privada y no a otros destinos.