Los dos primeros largometrajes plenamente vascos se presentan en el Festival de San Sebastián

Las películas La fuga de Segovia y Siete Calles, que se presentan, respectivamente, en la Sección Oficial y en la de Nuevos Realizadores constituyen una significativa representación del cine vasco en el 29º Festival de Cine de San Sebastián, que se inaugura hoy. Se trata de los dos primeros largometrajes proyectados, realizados y financiados casi exclusivamente por escritores, directores y capital vasco, que vienen a confirmar la existencia de una incipiente estructura cinematográfica desconocida hasta el año pasado en Euskadi.

La expectación ante el estreno de La fuga de Segovia es notable. El realizador vasco Imanol Uribe ha acometido el ambicioso proyecto de llevar al cine, con la máxima fidelidad posible, la historia de una de las más audaces fugas protagonizadas por presos de ETA en el anterior régimen, que recogiera en su libro Operación poncho uno de sus protagonistas, Angel Amigo, que es quien ha escrito el guión y colaborado en la producción de la película.El proyecto ha sido largamente madurado. Un año se empleó en la preparación del guión y seis meses más en la realización del largometraje, rodado en el País Vasco -fundamentalmente en localidades de Guipúzcoa-, San Juan de Luz, Segovia y Madrid. Junto a actores profesionales como Mario Pardo, Virginia Mataiz, Xabier Elorriaga o el propio Ovidi Montllor, aparecen la película, en su papel de presos, cinco protagonistas directos de aquella fuga y una larga lista de personajes de la política y cultura de Guipúzcoa en calidad de figurantes.

Versión bilingüe

El proceso de montaje, para dejar en 120 minutos tres horas y cuarto de material rodado, y el doblaje y subtitulado de la película, que es bilingüe, ha sido largo y costoso, haciendo muy difícil la labor de la productora -cooperativa Frontera Fil- (que en su día realizó cortos como Amalur o Pelotari), que se ha visto en no pocos aprietos para conseguir los cincuenta millones de pesetas que ha costado el largometraje. A reseñar que el doblaje al eusquera se ha realizado de forma gratuita en los estudios que tiene montados en San Sebastián el Gobierno vasco, como infraestructura primaria para la futura televisión autónoma vasca.Más modesta en presupuesto -veintitrés millones de pesetas-, pero igualmente ambiciosa, es la película Siete calles, de los realizadores bilbaínos Javier Rebollo y Juan Ortuoste. Ambos, con experiencia en dirección de documentales y cine publicitario, han escrito el guión de su prirner largometraje.

La película ha sido rodada en la provincia de Vizcaya y fundamentalmente en las populares Siete Calles (casco viejo" de Bilbao, donde los protagonistas, dos jóvenes «amigos de siempre», se ven envueltos en un triángulo amoroso, enriquecido con pasajes de acción y persecuciones policiales. Se trata de una película «con película dentro».

Una treintena de actores profesionales (entre ellos, Enrique San Francisco, Antonio Resines, Patricia Adriani, Fernando Vivanco, Iñaki Miramón y Mariví Goyoaga -del grupo teatral vasco Akellarre-) integran el reparto. En distintos momentos de la película, y en papeles de segundo orden, aparecen una periodista bilbaína, un escritos bien conocido y personajes populares de Bilabao. Como extras se ha reunido a más de cien personas que habitualmente frecuentan las Siete Calles, de Bilbao.