El homenaje a Tuñón de Lara en Santander se convirtió en un congreso de historiografía

La Semana de Historia en Homenaje a Tuñón de Lara, que se cerró ayer con una sesión académica, en la que los trescientos participantes puestos en pie ovacionaron durante tres minutos al catedrático de Historia de España en la Universidad francesa de Pau, ha subrayado la necesidad de una historiografía de conjunto sobre la España actual, profundizando en campos específicos y en hechos concretos para volver a los enunciados generales. En el caso del movimiento obrero, la discusión se concretó en si debe realizarse la historia específica de ese movimiento o debe englobarse en la historia general de los movimientos sociales. La última jornada de la semana, presidida por el propio Tuñón de Lara, fue moderada por el francés Pierre Vilar, que examinó la importancia del «espíritu de Pau» y recomendó a los estudiosos la necesidad de entender a las clases sociales no como estamentos estancos, sino en el conjunto de la sociedad.Sobre la guerra civil española, Pierre Vilar afirmó que tuvo todas las características de una guerra mundial, y que los triunfadores de la de 1945 no se plantearon la caída del régimen de Franco ante el temor de que en España se instalara un régimen de izquierdas o revolucionarlo. Pierre Vilar, presente en todos los debates a lo largo de la semana, dijo que el homenaje a Tuñón de Lara «está en el corazón de todos y va dirigido al historiador al hombre».

Varias son las conclusiones que cabe obtener de esta semana, en opinión de los coordinadores, que destacan el hecho de que, más que un homenaje académico o unas charlas en torno a una personalidad, las jornadas han desembocado en un congreso de historiadores, cuyos debates eran enriquecidos por el hecho de que se discutían textos previamente publicados. Característica a señalar es la presencia de historiadores de distintas escuelas.

En este sentido hay que destacar la participación, como moderadores o entre el público (y en ocasiones, sentados en el suelo ante la avalancha de público) de Miguel Artola, del rector de la Universidad de Burdeos. Joseph Pérez, del propio Pierre Vilar, de Julio Valdeón, de Angel Viñas, de Jesús Lalinde, de Juan José Carreras y del miembro del Tribunal Constitucional Francisco Tomas y Valiente, que hizo pública la adhesión del presidente del citado organismo, Manuel García Pelayo.

Alto nivel académico

Hay que señalar también el hecho de que en los debates, de alto nivel académico, contradiciendo los temores de algún sector, en el sentido de que la semana fuese convertida en un mitin, participaron por igual catedráticos como penenes, con la presencia también de numerosos estudiosos franceses. De ahí que los oradores subrayaran dos facetas en la personalidad de Tuñón de Lara: la que se refiere a su obra, importante en todo caso. y aquella otra que hace referencia a su capacidad para poner en contacto, desde Pau, a historiadores franceses y españoles.En su discurso de clausura Manuel Tuñón de Lara señaló algunos campos de la historia de España en los que hay que trabajar todavía mucho, revisando en ocasiones lo hecho hasta ahora, e insistiendo en el método con reiteradas advertenclas al rigor y a la diversificaciónn de fuentes. Entre los campos que «están pidiendo a gritos trabajar sobre ellos», Tuñón de Lara citó a los aparatos de Estado en lo que va de siglo, desde los coactivos e intermedios hasta los de la sociedad civil (Prensa, Iglesia, educación). «Nada de historias episódicas», dijo; «hay que ir ya al conjunto, estudiando con rigor, que no quiere decir asépticamente, como piensan, algunos, pero sí con rigor, las ideas, la vida cotidiana, las mentalidades, para después hacer la conexión y poder llegar a una historia de España».