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Tribuna:La financiación de la vida cultural / y 9
Tribuna
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España: presupuesto insuficiente para una política cultural fuertemente contestada

El presupuesto de casi 26.000 millones de pesetas que se dedica a la cultura en España es insuficiente, según explican las fuerzas políticas más importantes con representación parlamentaria. Pero mientras que para el partido del Gobierno lo más importante parece ser el aumento sustancial del presupuesto que debe destinarse a la cultura, las fuerzas de izquierda hablan, además de esta escasez presupuestaria, de falta de una auténtica política cultural y de la necesidad de considerar la cultura como un servicio público, de descentralizarla y dotarla de infraestructura, además de «promover acciones de renombre que se quedan», en lenguaje de la izquierda, «en una pura fachada barroca». Con un análisis sobre la utilización de los recursos en el mundo cultural español concluye esta serie sobre la financiación de la cultura.

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Los 25.925 millones de pesetas que el Estado español ha dedicado en 1981 a la cultura, a su promoción y al mantenimiento de la burocracia y material sobre la que se sustenta esta ayuda apenas supone un 0,9% del total del presupuesto nacional, del que, por ejemplo, Defensa se lleva el 11,7%; servicios generales, el 11,3%; Educación, el l6,2%; Sanidad, el 1,4%, y pensiones de la Seguridad Social, el 22,4%.De la cantidad asignada al Ministerio de Cultura, si descontamos, utilizando en este caso un concepto restringido de cultura, lo que se destina a la juventud, al deporte y a los medios de comunicación social del Estado, nos encontramos que específicamente a Cultura tan sólo se asigna la mitad de esos casi 26.000 millones de pesetas. De cualquier manera, incluyendo o no los deportes y los otros conceptos, el presupuesto español destinado a las actividades culturales es uno de los más bajos de Europa y bastante más escaso que los de los países que tienen un régimen de democracia parlamentaria.

La mayor parte del presupuesto español destinado a Cultura se lo llevan los 7.000 funcionarios de este Ministerio, quienes perciben en total una cantidad que se aproxima a los 9.000 millones de pesetas. El funcionario mayor, o al menos la persona que más cobra en el Ministerio, es oficialmente el ministro, que percibe 1.168.284 pesetas al año.

Las cifras que se han destinado a otras actividades más directamente culturales distan mucho de acercarse a ese dinero para el funcionariado. Por citar algunas, se puede decir que al patrimonio histórico-artístico se han destinado alrededor de mil millones de pesetas, a arqueología, 3 10 millones; a museos, 1.600 millones; para archivos, 480 millones; a bibliotecas, 1.480 millones; a artes plásticas, 150 millones; a música, 890 millones; a teatro, 740 millones; a la Dirección General del Libro, 720 millones; a cine, 1.400 millones; a artesanía, 100 millones, y a otras actividades generales de promoción, difusión y comunicación cultural (incluidas las de estímulo a entidades sociales), 1.630 millones de pesetas.

Incremento previsto

Este presupuesto es considerado por las autoridades del Ministerio de Cultura como insuficiente y como desproporcionado si se compara con el presupuesto que tienen los demás ministerios. Para el año 1982 el Ministerio de Cultura aspira a incrementar el presupuesto por lo menos en un 15% lo que supondría elevarlo a 35.000 millones de pesetas, que serían destinadas exclusivamente a actividades culturales. Esta cifra no afectaría a las actividades de la Secretaría de Estado para el Deporte, que tendría su propio presupuesto.Para el responsable de Cultura de UCD, José Antonio Escudero, estas asignaciones presupuestarias son insuficientes, y las que se pretenden pedir para 1982 son insatisfactorias, «porque, como mínimo, habría que alcanzar el 1%, que es la media europea, pero además habría que superar este porcentaje, porque España debe cuidar lo que más puede ofrecer al exterior, que es la cultura, es decir, la oferta que España puede presentar al mundo es claramente cultural». También existirían razones de índole interno, según José Antonio Escudero, para asignar más recursos a la cultura, «ya que la crisis de la democracia española es una crisis cultural, y la cultura es un factor necesario para poder profundizar en la democracia».

Los partidos de la oposición. con representación parlamentaria piensan, sin embargo, que la política cultural del partido en el poder y de la Administración actual continúa siendo negativa. El responsable de Cultura del PSOE, Ignacio Sotelo, califica de escandaloso el sistema de asignaciones a la cultura, «que se destina básicamente para funcionarios y para aire acondicionado de despachos oficiales, mientras que no existe una política cultural en sentido moderno, es decir, de crear una infraestructura de canales de comunicación y creación cultural, con una red básica de bibliotecas y una integración en la vida del país, de la defensa del patrimonio histórico-artístico y una formación musical destinada a todos y no a unas minorías. «El actual Ministerio se apoya en una falsa política barroca de actos brillantes, que sólo tienen fachada; pero cuando sólo se dan estos hechos es muy difícil pensar que son una arbitrariedad».

Como alternativa a esta crítica a la actual política cultural del Gobierno, el PSOE propone una defensa y ampliación de la libertad de expresión, un desarrollo de equipamiento cultural, sobre todo allí donde es más patente el subdesarrollo (harían falta más bibliotecas, más teatros, más oferta de estudios y dedicación musical no sólo para las elites), creación de una política de subvenciones oficiales, una defensa del patrimonio de una manera didáctica y habría que tener en cuenta la pluralidad cultural de España en cada autonomía.

Para José Sandoval, responsable de los asuntos culturales del PCE, además de la insuficiencia del presupuesto, estamos volviendo a una práctica cultural franquista más que a una auténtica política cultural, ya que el Ministerio sigue controlando la cultura y se le da una mayor viveza a «actos de relumbrón».

Como propuesta general alternativa del PCE se perfila, según José Sandoval, la atención preferente a la educación cultural, universitaria y científica, sin olvidar las diversas cultural nacionales.

Para Jorge Verstryrige, secretario general de Alianza Popular, continúa siendo negativa la valoración global de la política seguida por la Administración, así como la de algunos ayuntamientos, que han confundido la labor cultural con la «España de charanga y pandereta».

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