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"Rocío", una película sobre el latifundismo y la religiosidad en Andalucía, secuestrada por denuncia de un particular

Es la primera vez que se aplica esta medida judicial tras la desaparición de la censura previa

El juez instructor número dos de Sevilla ordenó el pasado miércoles el secuestro en todo el territorio nacional de la película Rocío y la apertura de un sumario contra su director, Fernando Ruiz, debido a una denuncia presentada por varios particulares, «por injurias graves y escarnio a la religión católica».

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Una práctica constitucional

El secuestro de esta película, un reportaje sobre la famosa romería sevillana, que fue estrenada el pasado otoño, en el Festival de Cine de Sevilla, fue comunicado al alcalde de Pilas (Sevilla), donde se iba a proyectar, y al productor ejecutivo, Vicente Alonso Pineda. Es la primera vez que un juzgado secuestra una película en España después que se aprobó la Constitución y desaparecieron los mecanismos de censura previa en materia de cine.La orden del juzgado sevillano fue notificada el pasado miércoles a José Suárez, alcalde de la localidad de Pilas, donde hoy estaba prevista la proyección del filme, dentro del programa de actividades culturales del Ayuntamiento, informa nuestro corresponsal José Aguilar. El alcalde ha considerado esta comunicación como «un atentado inadmisible a la libertad de expresión consagrada en el texto constitucional».

En la notificación judicial se solicita al alcalde la entrega de la copla de Rocío que debía proyectarse en el cine Murillo, de Pilas, o, en su defecto, la aclaración del lugar en que se encuentre. Al mismo tiempo, se citaba como querellante, entre otros ciudadanos no identificados, a José María Reales Cala, hijo de una persona que en la película aparece como presuntamente vinculado a hechos de sangre cometidos en la posguerra española en Almonte (Huelva), en cuyo término municipal se celebra anualmente la fiesta rociera.

En cualquier caso, la querella es indicativa del profundo malestar originado en algunos sectores sociales de la baja Andalucía por la película en cuestión, y, en general, del tabú que encubre todavía en esta región a todo lo que se relacione con el Rocío desde una perspectiva crítica. De hecho, se ha dado el caso de una recogida de trescientas firmas en Pilas, en oposición a que la película fuese proyectada y, a otro nivel, los agentes andaluces de la compañía distribuidora han recibido graves amenazas si procedían a comercializarla en los cines de Sevilla, Cádiz o Huelva, las tres provincias más conectadas con la romería.

Esta reacción es semejante a la provocada en ciertas capas de la burguesía rural andaluza por la novela del escritor sevillano Alfonso Grosso Con flores a María, que trata, asimismo, del Rocio y sus circunstancias. Como ya informó este periódico, durante la presentación del libro en Sevilla, un grupo de individuos abordó agresivamente al autor para afearle que hubiese escrito tal novela, llegando a preguntar a Grosso si era católico.

Rocío es un documental muy crítico que recoge una visión unilateral de la romería que cada año congrega en torno a la Blanca Paloma a centenares de miles de devotos y curiosos, visión que viene a complementar otras igualmente unilaterales, aunque de sentido opuesto, que se difunden masivamente con entera libertad. Durante su proyección en el Festival Internacional de Cine fue recibida muy favorablemente por la crítica especializada, llegando a conseguir un premio del jurado. Posteriormente se ha estrenado con normalidad, y con las licencias correspondientes, en Madrid, Alicante, La Coruña y Burgos, entre otras ciudades.

Denuncia del latifundismo

El productor ejecutivo del documental, Vicente Antonio Pineda, recibió la notificación judicial el mismo día 8, a través de un telegrama en el que el juez le comunicaba la incoación del expediente y la decisión de secuestrar la copia a la vez que le pedía que remitiera la misma al juzgado sevillano. En la misma comunicación, en la que se notificaba que estas medidas judiciales habían sido tomadas por una denuncia de José María Reales Cala y otros «por injurias graves y escarnio a la religión católica», el juez prohibía la proyección del reportaje en todo el territorio nacional.

Tras conocer esta decisión judicial, el productor explicó a EL PAIS que se sentía sorprendido por esta decisión, sobre todo teniendo en cuenta que la película llevaba algunos meses en cartel y ya se había exhibido sin problemas en algunos lugares de España, aunque no en Andalucía. «Admito, por supuesto», dijo el productor, «el derecho que tiene cualquier ciudadano en un Estado de Derecho a querellarse contra cualquier persona, pero me parece exagerado en este caso el poder del juez y el mecanismo por el que se ha efectuado».

Para el productor de Rocío, más grave que el secuestro formal en sí, a pesar de que considera que es un hecho muy grave, es el hecho de que todavía exista gente que no quiere olvidar ciertos sucesos de la España reciente y aún actual. «Rocío denuncia a este respecto el señoritismo y el latifundismo andaluz, y desmitifica una falsa religiosidad utilizada precisamente como manipulación de los ricos sobre ese pueblo andaluz».

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