El Gobierno de Estados Unidos reanuda su ayuda militar al régimen salvadoreño
El Ejército salvadoreño ha recuperado durante los dos últimos días el control de las ciudades más importantes del país, tal vez con la única excepción de San Francisco Gotera, capital del departamento de Morazán, donde ayer se registraron fuertes combates entre los soldados de la guarnición y las fuerzas insurgentes. La contraofensiva de las fuerzas armadas ha coincidido con el anuncio de la reanudación de la ayuda militar por parte de Estados Unidos.El descenso de la actividad militar en el país contrasta tal vez con la irremediable internacionalización del conflicto. El embajador norteamericano en esta capital, Robert White, manifestó ayer a la Prensa que la presencia de cien personas armadas a bordo de un barco con bandera nicaragüense confirmaba la dependencia exterior de la guerrilla, lo que modificaba sustancialmente la actitud de su país frente al conflicto. Apenas dos horas después, la Administración Carter anunciaba el restablecimiento de la ayuda militar, interrumpida hace poco más de un mes, tras el asesinato de cuatro monjas norteamericanas.
Seis helicópteros artillados y armas convencionales por importe de cinco millones de dólares constituyen las partidas centrales de esta ayuda norteamericana, que, según todos los indicios, puede estar en manos del Gobierno salvadoreño de forma inmediata y reforzar su posición en la guerra civil que se libra en el país.
Robert White dijo a la salida de una audiencia con el presidente Napoleón Duarte que tenía datos muy exactos sobre la presencia de cien personas armadas que trataban de penetrar en El Salvador procedentes de Nicaragua. El Ejército salvadoreño habría detectado el barco y mantenido un fuerte tiroteo con sus ocupantes. Aunque algunas fuentes aseguraban que los cien mercenarios voluntarios habían sido detenidos por las fuerzas armadas salvadoreñas, este extremo no pudo ser confirmado a mediodía de ayer. Pasa a página 2
La guerrilla denuncia la intervención de tropas de Honduras y Guatemala en la guerra civil salvadoreña
Viene de primera página
Por parte del FMLN se suceden las acusaciones contra el Gobierno y, concretamente, contra la intervención directa de tropas hondureñas y guatemaltecas. Según estas fuentes, Estados Unidos habría conseguido que el trabajo sucio lo efectúen los Ejércitos de estos dos países, dejando para una última instancia la posibilidad de una intervención directa de los marines. Aunque en la frontera de Honduras se ha detectado movimiento de tropas, no se ha podido confirmar la entrada de tropas hondureñas en territorio salvadoreño. Otro tanto puede decirse del Ejército guatemalteco. En este último caso, el Gobierno de El Salvador pretendería más bien la ayuda de su fuerza aérea, antes que una participación de su Ejército de Tierra.
Por parte de las fuerzas insurgentes, su actividad diplomática se centra en los Gobiernos democráticos europeos y en las cancillerías de México, Nicaragua, Panamá y Ecuador. Hacia estos países saldrán en los próximos días delegaciones de la comisión político-diplomática constituida el lunes. Sus siete miembros se presentaron ayer ante la Prensa extranjera en México.
Pero tal vez el dato más sorprendente de las últimas horas sea la casi absoluta falta de actividad militar en el país. A la contraofensiva del Ejército ha respondido la guerrilla con un repliegue a las zonas rurales y a las montañas. Fuentes próximas a los insurgentes manifestaban el martes en México que esto estaba ya previsto en el plan de insurrección y que no obedecía tanto a la ofensiva del Ejército, sino a una decisión táctica. El FMLN pretendería as! reagrupar sus fuerzas para prepararse a la ofensiva final desde los departamentos fronterizos con Honduras.
Al margen de las verdaderas razones para esta retirada de la guerrilla de ciudades como Santa Ana, Chalatenango o Zacatecoluca, lo cierto es que durante todo el día de ayer la actividad guerrillera estuvo prácticamente reducida al departamento de Morazán y más concretamente a su capital, San Francisco Gotera. El propio ministro de Defensa, coronel José Guillermo García, reconoció que el Ejército tiene grandes dificultades para mantener en sus manos el cuartel de esta población y que no puede hacer llegar refuerzos. Ayer no se tenían noticias en San Salvador de que se hubieran registrado combates de importancia en otras zonas del país.
Todos los observadores coinciden, sin embargo, en que esta es, al margen de cualquier repliegue táctico, la ofensiva final de la guerrilla y que ya no caben marchas atrás.
Se asegura también que las fuerzas guerrilleras permanecen casi intactas y que la actividad bélica debe recrudecerse en los próximos días.
A lo largo de los sesenta kilómetros que separan el aeropuerto internacional de la capital salvadoreña, ayer al mediodía no se apreciaba ninguna actividad militar. Ni un solo disparo, ninguna columna de humo, ni siquiera la presencia de transportes militares. A primera vista se diría que el país se encontraba en una absoluta calma.
La repercusión popular de la huelga general convocada por el FDR es también bastante inferior a la esperada. La respuesta más positiva ha sido la de los obreros industriales, que en gran parte faltaron ayer de nuevo al trabajo. También el transporte público se encuentra limitado posiblemente al 50% de sus efectivos, pero el comercio, en cambio, ha decidido hacer caso omiso de la huelga y podría decirse que, muy al contrario, ha adoptado una actitud combatiente frente al paro. En el sector público se mantiene la situación del primer día, con una inactividad que en cualquier caso no pasaría del 15 % de los funcionarios gubernamentales.
Reacciones en España
El Partido Socialista Obrero Español condenó ayer la ayuda militar y económica a la Junta de El Salvador por parte de Estados Unidos, «que sólo puede conducir a la internacionalización del conflicto», según un comunicado de los socialistas emitido ayer en Madrid.
El PSOE reiteró su apoyo y solidaridad con el Frente Democrático Revolucionario (FDR) y «la legítima lucha del pueblo salvadoreño por la consecución de la democracia y la libertad».
También en Madrid, la Asociación pro Derechos Humanos solicitó ayer la dimisión del actual Gobierno de El Salvador y el reconocimiento del Gobierno provisional del Frente Democrático Revolucionario (FDR).
Asimismo condenó enérgicamente «la injerencia de Estados Unidos en la política interna de un Estado», que supone -según esta asociación- «una descarada violación de los acuerdos de Helsinki, tan reiteradamente defendidos en la Conferencia de Madrid».
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